Perfectos Desconocidos

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Llevo más de dos horas en este bar y mis amigas no aparecen, no puedo creer que me hayan dejado plantada otra vez, ni si quiera porque fueron ellas las que me invitaron a salir, bueno al menos puedo tomar para olvidar al carbón de mi ex, todavía no puedo creer lo que me había hecho, acostarse con otra en mi propia cama, es que no lo entiendo, mis amigas me invitan a salir para no sentirme mal por lo que me hizo ese desgraciado y ellas me dejan plantada, no sé qué es peor, bueno si lo sé, pero en estos momentos estoy decepcionada de todo el mundo.
Creo que he tomado demasiado, voy a ir al baño a lavarme la cara. Cuando me estoy levantando de la barra siento un fuerte choque, al levantar la vista, casi no veo bien, estaba un poco oscuro el lugar, pero creo que es mi ex, es mi oportunidad para decirle todo lo que no le pude decir en su momento:

-Eres un hijo de mala madre, después de todo lo que me hiciste vienes aquí, seguro a ligar con cualquier chica que te ría uno de tus malos chistes, eres un estúpido, no merecía que me trataras de esa manera. Termine dándole un puñetazo, no tan fuerte pero que me hace perder el equilibrio
-Hey... ¿Estás bien?
Se escuchaba la voz del chico, pero esa no era la voz de mi ex, tenía una voz mucho más grave y sexy, obviamente no era el, levanté la vista, me limpie bien los ojos y al volverlo a mirar, me percate que no era el, me había equivocado:

-Perdón, discúlpame, de verdad, te confundí con otra persona, por favor, permite que te invite a una copa en compensación. Dije tratando de acomodarle la chaqueta, del golpe casi se la rompo, por Dios, que vergüenza
-No te preocupes, aquí hay poca luz y es normal que te puedas llegar a confundir, y si no me equivoco, me confundiste con tu ex ¿No? Dijo el, sentándose a mi lado, era mucho más alto que mi ex, casi 1.90 de estatura, su pelo era color rojizo, solo que un poco más oscuro, lo tenía corto pero un poco largo en la parte de arriba, llevaba una chaqueta, como dije antes, casi se la rompo, debajo una camiseta blanca, súper apretada y unos vaqueros azules, que hacía que le marcarán sus grandes muslos, el chico era muy apuesto y sexy
-Si, lo siento, es que me acabo de enterar de algo que me dejó un poco decepcionada de todo, la pagué contigo, lo siento mucho. Dije yo mientras le pedía al bar ténder otra ronda de cervezas
-Entiendo, pero bueno, tal y como lo cuentas, no te has podido desahogar del todo, si quieres hablar, aquí me tienes, soy bueno escuchando y más si se trata de una chica tan guapa como tú. Me dijo mientras me sonreía de una manera pícara, yo no era tan guapa como él decía, era una chica normal, de una estatura promedio, de piel morena y delgada, ese día no llevaba puesto nada del otro mundo, no estaba de ánimos como para ponerme conjuntos elegantes, llevaba un short del mismo estilo que sus vaqueros, solo que un poco más rotos, y una camisa con las mangas recogidas y amarrada por debajo del pecho.
Le hice caso y nos pusimos a hablar y mientras hablábamos íbamos bebiendo, ya yo había bebido un poco antes de que el llegara, pero después seguimos bebiendo más aun, pero a él no parecía afectarle, pero a mí si se me notaba ya, estaba un poco mareada y mi cuerpo estaba actuando de una manera extraña, empezaba a sudar de la nada y sin darme cuenta desabroché un botón de mi camisa, casi dejando al descubierto mis pechos, tenía sostén pero casi no se veía, cuando el vio que hice ese gesto, volvió a hacer esa sonrisa pícara que él tenía, de la nada me empezó un calor un poco más abajo entre mis piernas, ya no era consciente de lo que me estaba pasando, ni de mis actos, ya no era yo quien estaba al mando de la situación, al cabo de unos minutos de mi boca sale:

-Por favor, ¿crees que me puedas acompañar al baño?, así me sujetas mi bolso, tengo miedo a que me roben. Dije mientras sostenía su mano para que fuera conmigo, el solo asintió con la cabeza y me siguió, en ese bar, el baño estaba divido de forma individual, ósea había dentro del baño de mujeres, 3 puertas que daban a un baño con lavamanos privado, cuando llegamos, había uno que no estaba ocupado, toca la casualidad que era el último, este estaba al fondo donde casi no había iluminación, cuando abrí la puerta seguía con la mano del chico sujetada, al abrir la puerta lo hale rápido hacia el baño para que nadie pudiera ver que había entrado conmigo, el chico me miró preguntándose qué pasaba, cuando de repente lo pegó contra la puerta, paso el seguro y comienzo a besarlo, mordiendo sus labios carnosos y deliciosos, mis manos hacían lo posible por quitarle la ropa pero la vez no lo hacían, porque a pesar de que no era muy consciente de lo que hacía, sabía que estábamos en un lugar público y si quería hacerlo bien, no podía quitarle la ropa, así que mientras lo besaba de la nada baje hasta su pantalón, le desabroché el botón, le baje los pantalones y el calzoncillo, a pesar de que estaba media mareada por el alcohol vi algo que no pensaba ver, me limpio los ojos para ver si estaba en lo correcto, pues si, estaba viendo bien, él era un chico trans, al principio me quedé un poco en shock, mire hacia arriba para mirarlo a los ojos, el me miró con cara de vergüenza, pero la verdad yo no lo pensé mucho cuando volví a bajar la mirada y mi boca fue directo a su vagina para empezar a hacerle sexo oral, los gemidos del chico hacían que me excitara aún más de lo que ya lo estaba, nunca había hecho esto, ni comerme a un chico en un bar y mucho menos una vagina, pero sabía tan rica que no podía parar de chuparla, nunca lo había hecho pero parece que a él le gustaba porque después de unos minutos el chico se corrió en mi boca, algo que muy a mi pesar me éxito a unos niveles muy altos, pero no le di tiempo a reaccionar, lo eche a un lado, me limpie la boca con un pedazo de papel higiénico y salí del baño sin mirar atrás, el hecho de habérmelo follado y haberlo dejado allí me excitaba muchísimo más, nunca había tenido el poder en ninguna de mis relaciones, siempre había sido la pasiva y tener el poder con este chico hizo que me sintiera inalcanzable. Al llegar a la barra me senté y pedí otra cerveza para recuperarme de lo que había pasado, a los pocos minutos ciento que me hablan al oído y me dicen:

"-Ahora me toca a mí"

Era el chico que ya había salido del baño, saco su billetera, le dio dinero al bar ténder, mucho más de lo que habíamos consumido, pero él no espero el cambio, me tomo de la mano y me saco de allí, me montó en su moto, y me llevo para una casa, no sabía si era de él o de quién podía ser, solo sé que al entrar y cerrar la puerta, este cogió y me pegó contra la pared de la sala y poco a poco fue quitándome ropa mientras me besaba, esto lo hacía con mucha intensidad pero que no llegaba a ser brusco sino sensual y apasionado, no puedo describir con palabras lo excitada que estaba yo en ese momento, cuando ya me tenía en ropa interior, él se quitó la chaqueta y la camisa y se quedó solo en vaqueros y sin nada que cubriera su torso totalmente definido y esculpido por los mismos dioses, solo tuve tiempo de admirar su belleza el tiempo que él se tomó para quitarse la ropa, porque después volvió a donde estaba yo y tomo mi cara, la giro hacia el lado derecho para luego comenzar a besar mi cuello mientras que con la otra mano me pegaba más a él, subió hacia mi oído solo para decirme:

"-Lo que me hiciste en el baño del bar fue juego sucio, vas a ser castigada por hacer trampa"

Sus palabras hicieron que de mi boca empezarán a salir gemidos sin parar, cuando con una mano agarro mis dos manos y las subió hacia la pared impidiendo que pudiera tocarlo, mientras con la otra la metía dentro de mi ropa interior y sin pensarlo dos veces me penetro con dos dedos, aquello hizo que me retorciera del pacer, no podía casi ni mantenerme en pie, cada vez lo hacía más y más rápido, de mi boca solo podían salir gemidos y gritos que decían:

"-Por favor no pares....sigue, sigue por favor"

Cada vez que yo le decía que no parará más rápido el movía sus dedos, hasta que de repente los saco, aquello hizo que yo perdiera las fuerzas por completo, a tal punto de casi caer al suelo, el me sujetó y me cargo hacia la cama mientras me besaba, esos besos que no llegaban a ser rudos pero si eran ricos y profundos hacían que me mojara más aún de lo que estaba, a tanto llegaba que cuando me dejó en la cama lo había embarrado con los líquidos que había soltado mientras él me trasladaba de la sala hacia la cama, estaba demasiado excitada, el me agarro y me dio la vuelta para ponerme en 4, no podía ver nada de lo que estaba haciendo, solo sé que sentía como su lengua mojaba aún más mi vagina, me estaba haciendo sexo oral, se sentía tan bien, mi piel se erizaba cada vez que me la chupaba de una manera que nunca nadie lo había hecho, cuando ya llevaba un rato haciéndomelo se detuvo, no sabía lo que iba a hacer, seguro me quería penetrar otra vez con sus dedos, cuando de repente, siento que me penetran con algo más grande, no sabía lo que era pero se parecía mucho a una polla y grande, tuve que gritar un poco porque no me esperaba eso, además era demasiado grande, pero estaba rico, era como un sentimiento de amor-odio, poco a poco el odio fue desapareciendo y el amor se convirtió en placer, no aguantaba más la curiosidad, cuando lo mire tenía puesto un arnés, sabía lo que era porque lo había visto en alguna que otra película porno, el me miró esperando mi aprobación para seguir penetrándome, lo mire muy fijamente y gemí inclinándome más hacia él, para darle a entender que quería que siguiera, él lo entendió a la perfección, me agarro por la cintura y empezó a moverse de una manera muy sexy y sensual, era tan delicioso que mis gemidos lo decían todo por mí, el me levanto y nos quedamos los dos de rodillas, y sin sacármela mientras se seguía moviendo, con una mano me agarro por el cuello rodeando su brazo alrededor de este para que no me fuera a caer y con la otra comenzó a masturbar mi clítoris de una manera muy rápida, si seguía penetrándome y masturbándome a la vez iba a correrme, casi no puedo aguantar más y mis gemido se lo decían, al darse cuenta de esto siguió moviéndose pero está vez más rápido, al igual que su mano, comencé a gritar porque no aguantaba más, solté un grito profundo y mi cuerpo se desplomó, se había quedado sin energías, el me soltó muy lentamente y me dejó caer en la cama.

Después de ahí no recuerdo más nada, solo despertarme a la mañana siguiente en su cama, completamente desnuda y sola, al abrir los ojos, me siento en la cama para analizar bien todo lo que había pasado anoche, cuando de repente entra este chico por la puesta con 2 cafés en la mano, me da uno y me dice:

-Buenos días, espero que hallas dormido bien anoche. Dijo volviendo a hacer esa sonrisa pícara que de verdad me volvía loca
-Buenos días, por cierto, ¿Cómo te llamas? Le dije mientras me tomaba el café
-Me llamo Alex y ¿tú? Me dijo mientras se tomaba el suyo
-Me llamo Emma, con respecto a lo que pasó anoche... Sin dejarme terminar me interrumpe y me dice:
-No te preocupes, solo éramos "Dos Desconocidos con Sed de Venganza"
Dijo mientras se alejaba de la cama para entrar a la ducha...se gira hacia a mí y me dice:

"-¿Te quieres desahogar conmigo otra vez en la ducha?" Me dijo dejando caer su ya conocida sonrisa
Lo mire por unos segundos, me reí y me levante de la cama caminando desnuda hacia él sin ni si quiera pensarlo

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