Inches in Between - Cedric X Harry

1. EL EXPRESO HOGWARTS

"Es Harry Potter"

Lo único que escuchaba Harry desde que había entrado a aquel tren era esa maldita frase. Tuvo mucha suerte de encontrarse con aquella familia de pelirrojos que lo ayudaron, ¿eran los wesly? ¿wheterby?, no recordaba bien, pero se veían amables y gracias a ellos pudo tomar el tren a su nueva vida.

Luego de acomodar sus cosas en un compartimiento vacío y de escapar de los murmullos sobre él (¡¡ERA FAMOSO Y NO TENÍA IDEA!! ¡QUE LES DEN A LOS DURSLEY!) se dispuso a ir al baño. Encontrarlo fue más fácil que encontrar el andén, al menos ahí no tenía que atravesar ninguna pared, en el camino de regreso sintió que el tren empezaba a moverse y se apresuró a llegar al compartimiento, no sin antes ser reconocido por un buen grupo de estudiantes, empezaba a agotarle saludar a tanta gente desconocida.

Al llegar se sentó y contempló cómo el paisaje de la ciudad empezaba a cambiar a uno más rural y campestre, ver los árboles desaparecer uno tras otro lo relajaba de alguna forma.

Se puso a recordar lo que había aprendido leyendo los libros en casa de los Dursley mientras esperaba que el gran día llegara. En Hogwarts había 4 casas, Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff, cada casa representaba cosas diferentes, Gryffindor era para los valientes y justos, Slytherin para los astutos y ambiciosos, Ravenclaw para los inteligentes y curiosos y Hufflepuff para los amables y trabajadores.

Harry no estaba seguro de encajar en alguno de esos marcos de personalidad, pero estaba seguro de querer estar en Gryffindor, pues sus padres estaban en esa casa cuando estudiaban en Hogwarts, Hagrid se lo había dicho.

En eso la puerta del compartimiento se abrió, sacando al ojiverde de sus ensoñaciones de golpe.

Un chico alto con una túnica negra con amarillo y un escudo de tejón en el pecho apareció con una sonrisa despreocupada y cruzó miradas con Harry haciendo que este se estremeciera ligeramente por el susto que le dio.

-Lo siento, no sabía que había alguien, los demás compartimientos están llenos, ¿te molesta si me siento? -dijo el desconocido.

-Para nada, no hay problema- dijo Harry esbozando una tímida sonrisa cordial.

El chico entró al compartimiento e hizo pasar su baúl que estaba flotando y lo dejó en un rincón del compartimiento.

Harry se tomó el tiempo de analizar la apariencia de su compañero temporal de cabina, era alto, cabello castaño claro ligeramente ondulado, pómulos altos, hoyuelos y mandíbula marcada, tenía una sonrisa de revista. Notó algunos lunares y cuando el chico se sentó junto a él, vio unos ojos negros profundos como la noche, pero brillantes como las estrellas. Vaya que era atractivo.

El chico castaño de ojos negros y sonrisa encantadora se sentó junto a Harry y tendió la mano que fue estrechada por el ya mencionado.

-Soy Cedric Diggory, Hufflepuff, estoy en 3er año, un gusto.

-Soy Harry...- dijo el ojiverde antes de ser interrumpido.

-Dejame adivinar, Potter, ¿verdad?- dijo Cedric ladeando su sonrisa.

-Si, parece que todo el mundo se impresiona con eso...- dijo Harry mientras se ruborizaba ligeramente y bajaba la mirada.

-Bueno, para mí pareces un chico normal que vivió algunas cosas que no debía, o al menos eso dice mi padre siempre- dijo el castaño mientras se encogía de hombros y buscaba algo en sus bolsillos.

-Me agradas, Diggory- dijo Harry sin pensar, ese chico le transmitía confianza.

-Lo mismo digo Potter, ¿quieres una rana de chocolate?- ofreció Cedric