Filofobia ~ Miedo a amar ~ Hermione y tú

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Finales de julio, 1993. Francia...

Hermione y su melliza, Jane, brujas brillantes (pero una más perezosa que la otra) se encontraban con sus padres muggles pasando los últimos días de sus vacaciones de verano en una pequeña provincia en Francia.

La mayor de las dos, Hermione, castaña con pelo alborotado, de ojos marrones y dientes frontales prominentes, esperaba a que su hermana terminara de arreglarse para ir a comprar los regalos para sus amigos como habían quedado.

15 minutos más tarde, en los que la bruja rayó el piso por la cantidad de vueltas que dio, soltó un suspiro cuando vio a su hermana bajar las escaleras medianamente lista.

Jane, pelinegra ojo azul con pelo lacio rebelde, como siempre, llevaba su cámara colgando como bandolera sobre su chaqueta de cuero negro que cubría una camisa que más bien parecía ser pijama.

---¡Jane, te dije que a las 9:30! ¿¡Ya viste la hora que es!?--- exclamó apresurándose a tomar la mochila de su hermana (donde guardaban el mapa del lugar donde se encontraban), aventándosela como balón.

---Relájate Herms, no encontraba los lentes de la cámara, me tardé como 10 minutos buscándolos...

---SON LAS 9.45, VAMOS A PERDER EL TREN--- los ojos de la pelinegra se abrieron como platos, terminó de bajar los 10 escalones que le quedaban casi volando.

Tomó una tostada de la mesa donde desayunaban sus padres, besó a ambos, tomó la mano de su melliza y corrió con ella (prácticamente arrastrándola) hasta la puerta.

---¡Regresen antes de la hora de comer por favor!--- escucharon a su madre gritarles.

---¡Y no olviden no usar magia!--- les recordó su padre.

Cerraron la puerta y corrieron despavoridas para tomar el tren, que para su suerte a penas estaba llegando.

---¿Lo ves? Pudimos alcanzarlo--- soltó Jane aliviada mientras tomaba asiento junto con su hermana y veía a algunas personas bajar.

---Porque el tren sale hasta las 10--- confesó Hermione tranquilamente, sacando de su mochila un libro que hablaba sobre las Veelas, seres mágicos femeninos con dones impresionantes.

---¿¡Y por qué me dijiste que salía a las 9.30!?.

---No, yo dije que debíamos estar aquí a las 9.30--- respondió Hermione, cuando sabía perfectamente que lo había hecho adrede para que su hermana estuviera lista a tiempo ---Y que bueno que lo hice, de no haberlo hecho hubiéramos perdido el tren a Villa magique y esperado 6 horas por el siguiente.

---No es mi culpa que mamá empacara mal mis cosas... Y no me digas que pude dejar la cámara mágica en el hotel porque ni loca perdería la oportunidad de utilizarla y tomar fotos que no podré volver a tomar en un largo tiempo; le prometí al señor Weasley que le daría un buen uso y se la regresaría tan pronto volviéramos. Si no le hubiera prestado mi cámara al descuidado de Colin Creevey no dependería de la del señor Weasley.

---Hablando de volver, tenemos que hacer una lista de lo que les llevaremos...

---No quiero que tomes en cuenta a medio Gryffindor, sólo los cercanos: Harry, Ron, Ginny y Annezka.

---A Annezka solo la conocemos de un año, Jane. Primero preocupémonos por conseguirle algo a Raven...

---¡Es prima de Draco, Hermione! ¿Qué te pasa por la cabeza?--- soltó su hermana, casi dejando caer la cámara al piso.

---Eso no quita que nos haya ayudado estos últimos dos años con los problemas en Hogwarts ¿Ya te olvidaste quién fue la que salvó a Harry de las manos de Quirrell? ¿O quién te salvó de también ser petrificada en segundo año?.