Daba de nuevo a una inmensa historia después de muchos años había aprendido a soltar.
No era tan feliz pero era algo normal, decidió dejar de cortarse para seguir siendo el era algo que más le convenía.
Más sin embargo Kevin ya era Más feliz ser rey era lo mejor, cambió mucho su actitud, se podría decir mamon, no era el mismo Kevin.
Era otro no era Kevin, estaban presenciado a el Rey y él lo dejó más en claro que él tenía que ser rey iba a hacer mejor.
Un día no tan común en la vida de Pablo él está a trabajando ya había subido de rango se hizo muy diferente, era algo feliz ya le sonreía a la gente.
Él estaba algo cansado decidió dormirse por un rato ya que no había nadie.
Si embargo con Kevin.
Estaba despertándose eran la 1 de la tarde este tenía que hacer un recorrido en su caballo todos los días.
Este se levantó y se miró en el espejo,Hirving ya no estaba en su cama tal vez fue a con sus padres.
Este decidió bañarse y arréglese para salir.
Este se puso una traje muy lindo color azul esta vez no quería ir en caballo quería caminar.
No quiso ponerse el traje este optó por ponerse una camisa blanca le quedaba algo floja y unos pantalones flojos con unos tenis lindos, este se miraba diferente a como solía vestirse, casi siempre era algo formal.
Este salió de su habitación y le fue a buscar a Hirving para avisarle que tendría que salir.
Este lo encontró en el jardín y le dijo que saldría Hirving lo miro extrañado su ropa era diferente a la que solía ponerse.
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—Que pasa baby?— dice Kevin viéndolo con una sonrisa.
—No pasa nada cariño, no regreses tan tarde— este le sonrió y le planto un corto beso.
—estaré más pronto que nunca cariño— este le da un pequeño beso en la frente y se va.
Kevin salió del palacio se miraba muy lindo con su ropa se llevó la mirada de algunas personas no lo reconocían.
Se miraba muy lindo, este fue a caminar por unos lagos para verlos un rato, este vio la hora de su reloj, hacía algo de calor, pero en la noche solía hacer frío así que mejor prefería estar así.
—Pablo.
—Pablo despiértate wey.
—tío no me toquéis los cojones— se tapa la cara con un periódico.
—Puta madre Pablo levántate a la chingada— dice Diego.
—No me estéis hablando así tío yo no te eh hecho nada — este le avienta el periódico.
