one-shot

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Una tarde, de esas llenas de ocio en las que simplemente se limitaban a estar acostados viendo series de detectives y apostar por quienes eran los asesinos al final del episodio, Daichi después de un rato de sentir las manos traviesas de Kuroo sobre sus pechos sin llegar a lo otro, simplemente masajeando distraído, comento:

—Tu realmente eres un maníaco de los pechos, ¿No es así? —Dice sin malicia dejándose ser. Kuroo deja de prestar atención a lo que el policía le decía al detective.

—Eso no es cierto, lo hago porque eres tu. No voy por ahí tocándole el pecho a Bokuto por ejemplo. —Kuroo aleja las manos de la zona.

—Le aprietas el trasero.

—Si, pero eso es cosa de amigos. —Intenta defenderse, no era nada nuevo. Bokuto y el eran grandes amigos y la vergüenza entre ellos se había ido hace mucho, de todas formas Daichi no le molestaba esas muestras de afecto que tenía el duo de tontos.

—Tsukishima también es tu amigo y no veo que le hagas eso. —Recuerda al rubio de gafas.

—Si lo hago es probable que me denuncie por acoso.

Daichi ríe ante eso, Tsukishima era arisco a ser tratado por otra persona que no sea Shoyo, su novio, o Yamaguchi su amigo de toda la vida.

—Lo que sea, ¿A que viene este reclamo por mis toques? —Pregunta tirándose sobre la almohada, Daichi esta sentado en la cama a su lado.

—Que ahora que lo pienso bien, lo haces todo el tiempo. Es como una obsesión.

Sawamura recuerda claramente la veces que Tetsuro se ponía a jugar con su frente cada que tenía oportunidad. En clases, en las prácticas, recesos, a la entrada y salida, cuando viajaban en el tren, en su casa y a veces cuando salían de paseo también.

Una sonrisa se amplia en la cara de Daichi.—, Te apuesto a que no podrías estar ni un solo día sin tocarlos.

—¿Me estas desafiando? —Kuroo se endereza ahora interesado.—, ¿Que me ganó?

—Lo que quieras dentro de mis límites. —Daichi levanta su dedo meñique para sellar el trato.—, Si pierdes, yo tomaré las riendas por una vez. Bokuto no puede ser el único que toque ese trasero.

Tetsuro analiza la situación, él no era ningún pervertido compulsivo obsesionado con las tetas. Además, si ganaba podría hacer que Daichi se pusiera esas medias translúcidas que vio en la tienda del centro.

Una larga sonrisa gatuna se extiende por su cara, convencido con las de ganar une meñiques con Daichi y al segundo se le tira encima.

—Aprovecharé el tiempo que me queda entonces.

—¿¡Q-Que– ¡Esper–Ah! ¡Tetsuro!

(...)

Al día siguiente Kuroo se había olvidado por completo que era San Valentin, tenía un lindo regalo para Daichi obvio. No era un terrible novio como Tsukishima decía.

Al ser un día de parejas y amor el esperaba poder hacerlo una vez más en la noche ¡Dios querría que lo hagan! Pero habían echo esa tonta apuesta, así que ahí estaba sentado en su escritorio comiendo una paleta de chocolate para intentar distraerse.

—Estas extraño gato tonto. —Tendou dice, Ushijima asiente a su lado.

Wakatoshi y Satori eran novios y tenían la suerte de compartir la clase por sus buenas notas, no como él que Daichi estaba en otro grupo junto a Asahi y Sugawara. Él en cambio estaba con Yaku, Iwaizumi, Ushijima y Tendou.

Oikawa y Bokuto estaba en otra clase, una especial para el par de tontos.

—Te ves irritado, ¿Que te paso? ¿Te levantaste con el pie izquierdo? —Yaku interroga.

La Apuesta | HAIKYUU | KuroDai [Wang_Puppy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora