Antonella había sido la última participante en ingresar. Todos sus compañeros sonrieron, esperando que cruzara toda la pasarela para recibirla.
-Antonella, un gusto -Dijo saludando uno por uno.-
Todos le parecieron muy simpaticos, no podía decir mucho porque recien los habia conocido.
Luego del brindis, llegaron las presentaciones, idea de Walter.
--¿Quien falta? La morochita de allá
-.Me llamo Antonella Bianco, tengo dieciocho. Soy hija única, vivo sola con mi papa desde muy chiquita, él es cirujano plástico. Soy activista por los derechos de los animales, tambien soy modelo de marcas -Todos se quedaron mirando a la castaña atentamente, haciendola reir.- Ya termine
Durante la cena, Antonella e Ignacio conectaban miradas fugaces, hasta que Maria Laura los interrumpió.
-¿Tenes novio? -Preguntó la catamarqueña sin rodeos.-
-No, nunca tuve
Punto para nacho, pensó el rubio. No había pasado ni un dia, pero en cuanto la vio cruzar la puerta toda su estrategia habia desaparecido.
–Me parece muy falso el discurso que diste el otro dia diciendo, ojala este gran hermano sea distinto, ojala nos apoyemos entre las mujeres
-¿Si?
-Con tus actitudes demostras que te hundis sola
-¿Si, yo te insulte o algo?
-Fijate que todos se dieron cuenta de tus actitudes
Antonella había visto los acercamientos entre Martina e Ignacio, y trataba de interrumpirlos cuando tenia la oportunidad, cosa que el rubio notó.
Habían pasado simplemente dos semanas, y trataba de convencerse a si misma que no sentia absolutamente nada por él. Pero desde el día uno le dió toda su atención y ahora parecia ser que no existia.
Todos sabian de las miradas que le daba a Martina, luego de que la tratara de borrega caprichosa, las cosas estaban más que tensas, con ella y todo su grupito.