quince.

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Capítulo XV: "Primeros"

Nahuel había estado pensando mucho. Los ratos libres, los cortos respiros entre sesión y sesión de entrenamiento solo podía pensar.

Su cabeza estaba hecha un desastre, como el capítulo de Bob esponja donde versiones minis de él corrían de un lado al otro entre el fuego y el caos. Eso era el cerebro de Nahuel.

No podía dejar de darle vueltas a lo que Cuti le había dicho esa noche. 

Y obviamente le daba la razón. Se estaba lastimando.

Y lastimaba a Barbara. Ella no tenía la culpa de que él fuese… esto. Ni siquiera podía ponerlo en palabras en su cabeza, porque la voz de sus padres se filtraba.

Sabía, en algún grado, que ser gay no estaba mal, porque Cuti era gay. ¡Y Cuti no podía estar mal! Era una hermosa persona.

Lo cuidaba a Nahuel como nadie, solo comparable con como Licha se aseguraba de su bienestar. Siempre estaba ahí, tratando de que él y Lisandro estén felices, los animaba y acompañaba.

Había sido así siempre, incluso antes de saber que prefería en la habitación. Nada había cambiado, no para Nahuel.

Cuti se esforzaba por hacerlos felices. Y trataba de que todo lo que fuera dañino desapareciera de sus vidas.

Licha decía que Cuti era muy "Mockbird" de Eminem, y aunque el defensor cordobés se había negado a aceptarlo, Nahuel podía entender a qué se refería Licha.

Su forma de dar amor era con favores, regalos y palabras de afirmación. Siempre estaba llenandolos de regalos, de mensajes y hacía lo posible por ellos.

Aún si estaba a miles de kilómetros, Nahuel lo sentía muy cerca, todo el tiempo.

Licha era similar, por lo menos en que le encantaba demostrar amor mediante sus palabras. También el contacto físico y el tiempo de calidad.

Una tarde tranquila, tomando mates y hablando de todo y nada era un plan genial para el defensor entrerriano. Si Nahuel viviera más cerca, sabe que desayunarían juntos todos los días.

Molina siempre supo que sus sentimientos eran complicados cuando se trataba de ellos. Los había catalogado como mejores amigos, aunque no se sentían correctas esas palabras.

Rodri era su mejor amigo, y no tenía los mismos sentimientos por él que por Cuti, por ejemplo. 

Tampoco los veía como hermanos. No se sentían como nada que haya tenido antes, y siempre fue confuso. Abrumador y atemorizante. 

Ahora sabía.

Cuti lo abrazó, sus manos metidas bajo su remera. Y la pierna de Licha lo rodeó, por encima de sus propios muslos.

Ahí, acostado entre ellos, despierto en la oscura noche, sabía porqué nunca encajaron en ningún rol.

Porque no había tenido nada como ellos. Jamás.

Las lágrimas rodaron, silenciosamente. 

Estaba enamorado. Los veía y sentía como eso. Como el amor.

Por eso no había sabido qué eran para él.

Era la primera vez que se enamoraba de alguien, y bien o mal, no podía quejarse.

No había mejores personas para dejar que le rompieran el corazón.

[30\11\2022]

EnfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora