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Narra Fabián Hoffman

Albert entró en la habitación. El brazo me dolía pero no podía evitar quitar mi mirada de Grecia y de Jake. Ella tenía un semblante que mostraba dolor, y eso me preocupaba aún más, mi hija aún corría peligro, sin nacer ya lo estaba.

—Yo... —alce la mirada —Te juro que no entiendo, llámame imbécil o como te dé la gana, pero esto... —tosí —No tiene sentido, soy tu hijo —hablé con odio —Llevamos la misma sangre ¡Maldición!

—Tu rompiste todo lazo al no cumplir tu juramento

Negué frustrado

—Estaba drogado ¡Maldita sea! ¿Crees que de verdad te estaba jurando algo?

No dijo nada, solo me dió un puño tan fuerte que sentí como mi boca se llenaba de sangre.

—Oigan —habló Gabriela con su mirada en Grecia —Algo le sucede —se le acercó

Grecia tenía los labios apretados y estaba muy, muy sudada, y no paraba de repetir mi nombre y el de Jake.

—mamá —Jake quiso levantarse del suelo pero Moly lo tomó del brazo con brusquedad

—¡No te muevas mocoso!

—Suéltalo Maldita —me removía en la silla pero no conseguía éxito al querer liberarme

—Shhh —Albert se me acercó —Tú no cumpliste, y tomé a mi nieto, pero también te metiste en esto.

—Jamás...

No me dejó continuar, me golpeó nuevamente, pero lo hizo una y otra vez, ni siquiera pude contar. Oía los quejidos de dolor de Grecia y el llanto desesperado de Jake.

—por favor... —Grecia susurró —basta... ¿Qué...es lo...lo que quieren?

—Creo que está teniendo contracciones —dijo Moly, miró a Albert —¿Que hacemos?

—Lleven a ella y a Jake a otra habitación —ordenó

Moly jalo a Jake, quien no paraba de llorar y gritar. Gabriela desató a Grecia y la sacó de la sala

—¡NO! ¡SUÉLTALA! —seguí  moviendome en la silla —Hazme lo que quieras. Pero dejalos en paz, si de verdad quieres a Jake, déjalos ir

Negó

—Esto va mucho más allá —se me acercó —Elena tu madre... James. Antes de que nacieras

—Eso no justifica tu daño

—No siempre tengo que justificar para matar —Me apuntó con el arma

—¿Vas a matarme? —negué —Eres un bastardo, pero bien, si es lo que quieres. Solo quiero que mi familia esté bien

—Silencio

—No sabes lo que es amar.

—¡Cállate! ¡Cállate! ¡CÁLLATE! —puso el arma en mi cabeza

Estaba a punto de hacerlo. Iba a matarme, y yo solo podía pensar en Grecia, Jake y mi hija. Conocí el miedo, en ese instante, no saber lo que les pasaría, que no estaría ahí para protegerlos.

Sentí un gran estruendo, pero no sé si fue por el sonido de un disparo o el grito desgarrador de Grecia.

Y todo se volvió oscuro, no oía nada, pero la preocupación seguía ahí.








Narra Grecia Evans

Solté un grito al sentir el dolor tan fuerte en mi vientre.

Me tiré al suelo dolorida. Jake se aproximó a mí, lo veía a los ojos y note como lloraba aún más al verme así.

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