Justo las grabaciones habían terminado, sus monólogos y diálogos estaban ya más que puestos en el programa, y aunque Yeonjun al principio renegó acerca de vestirse así, ahora comenzaba a pensar que no era una mala idea del todo, porque se veía lindo y eso era suficiente al menos en ese momento.
Ahora se encontraba en la parte de su día en la que todos le agradecían y al fin podía irse a casa.
—Gracias, Yeonjun-ssi, hiciste un muy buen trabajo hoy.
—No me agradezca, señor. Lo veo la próxima semana, ¿cierto? —mencionó con una sonrisa, y después del asentimiento del hombre entonces pudo disponerse a avanzar hasta los vestidores para cambiarse...
...o eso era lo que haría en algún otro día en el que ese rubio no lo estuviera esperando ahí muy cómodo, recargado contra la pared con los brazos cruzados mientras le sonreía casi con ternura.
—Hyung, Inkigayo al fin me hizo aceptar en voz alta que luces adorable —le dijo, aún con esa sonrisa, y él solamente pudo negar.
—Soobin —llamó, y entonces escuchó ese "¿hm?" que le indicaba el que podía continuar—, ¿no podías esperarme en la camioneta?
Y se desconcertó un segundo al escuchar la respuesta de ese chico alto enfrente suyo que parecía estar riendo.
—No, hyung, porque ya no ibas a estar vestido así cuando llegaras allá.
—Obviamente, ¿por qué lo estaría? —inquirió, aún confundido. O sea, sí, se veía adorable y hasta él se lo reconocía a sí mismo, ¿y qué? Sólo era por el episodio de Inkigayo, nada más.
—No lo sé, pero quiero jugar contigo.
—Podemos hacerlo cuando lleguemos a casa, ahora necesito cambiarme, Soobinnie-ah.
El rubio bufó al cederle el paso, mirando hacia otro lado a la vez que puchereaba de manera mínima, su entrecejo comenzando a arrugarse al ver cómo el pelinegro pasaba de largo hasta terminar del otro lado de la puerta, volviendo a cruzar sus brazos cuando escuchó el click del picaporte al estar cerrado, resignándose a la idea de esperar hasta que Yeonjun estuviera vestido nuevamente de civil.
Sólo que Yeonjun no comenzó a cambiarse inmediatamente que estuvo sólo, sino que se tomó un par de fotos en el espejo, otro par de selfies y las adjuntó junto a otras dos que había pedido que le tomaran en las afamadas escaleras, liberando todo a la cuenta de Twitter que compartía con los otros cuatro chicos, sonriendo cuando miró la velocidad con la que comenzaron a llegar los 'me gusta', comentarios, tweets, citas, tendencias... estaba demasiado contento si se permitía admitirlo, demasiado inmerso en su dispositivo que no escuchó el sonido de la puerta al ser cerrada de nueva cuenta y se sobresaltó cuando sintió esas manos tan familiares en su cintura.
—Hyung, ya tardaste mucho —escuchó la baja voz del rubio acariciarle el oído, y entonces una corriente se deslizó por toda su columna.
De verdad que el segundo nombre de Soobin debería ser "impaciente".
—Soobin-ah, te dije que esperaras en la camioneta —objetó ya más tranquilo, porque estaba acostumbrado al toque de su menor en esa parte de su cuerpo. Específicamente ahí.
—Te dije que quería jugar contigo.
—Pues tus "juegos" no son exactamente eso, por si no te habías dado cuenta.
El aliento del menor le hizo cosquillas en su cuello a la vez que reía en un volumen bajo, sintiendo sus mejillas calentarse levemente y regañando a sus manos por querer tocarlo de igual manera... porque seguían estando dentro del vestidor de un lugar que ni siquiera les pertenecía, aunque el destino se puso demasiado bondadoso con ellos al no ser el único espacio que el resto de MCs pudieran ocupar.
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𝗕𝗨𝗡𝗡𝗬 ✬ soobjun (숩준)
FanfictionAh, ese día debía cumplir con el código de vestimenta que pusieron para él, y claro que Yeonjun había hecho un excelente trabajo como MC actuando de acuerdo a su papel, incluso su actualización en ese outfit recibió mucho amor en las redes sociales...