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fuimos a la cocina y vimos algunas cosas para comer,miré a billie y ella estaba muy concentrada en que escoger para comer,sonreí y deslicé lentamente mi mano hacia su culo y lo apreté.Ella me miró y me sonrió de lado,agarró finalmente lo que ella quería y se fue al salón,no sin antes darme una nalgada,claramente,hice pancake para casi todos y eché en cada uno de ellos un poquito de sirope de chocolate.Cogí algunos platos y los puse en la mesa de forma ordenada,puse vasos,jugo de naranja,leche y finalmente los cubiertos.

billie me miró

—¿Hiciste tu todo eso,nena?—asentí

—Yo también quiero—miré el puchero que me hizo

puse mis manos en sus mejillas y besé sus labios

—¿quieres que te comparta del mío,bebé?—sonrió y asintió rápidamente

me senté en el sofá y billie estaba a mi lado sentada,agarré con el tenedor un trozo de pancake y se lo metí en la boca,lo saboreó y se sorprendió

—¡Esto está delicioso,amor!—sonreí

—me alegro de que te guste amor—me miró

—yo también quiero pancake—me hizo otro puchero

mordí mi labio inferior y besé nuevamente sus labios,partí mi pancake por la mitad y le di la otra mitad a billie,ella sonrió y me besó en la mejilla,tiempo después terminamos de comer y todos vinieron al salón.

—¿Quién hizo todo esto?—preguntó maggie

—____—todos me miraron

—Que linda mi amor,no hacia falta,hermosa—maggie me dio un besito en la frente

todos se sentaron y se pusieron a comer.

—¡Esto está echo por los dioses!—mire a patrick

—muchachita usted tiene manos de ángel—miré a billie y ella se estaba aguantando la risa

—Si papá,ella tiene manos de ángel para TODO—fruncí el ceño

billie me miró y me guiñó un ojo,ahí fue cuando lo entendí todo.

Rodé mis ojos y me moví provocativamente en su regazo,ella me lanzó una mirada asesina y yo me reí,me eché para delante y al instante vio mi culo,puso sus manos en su cara para tranquilizarse pero de todas formas no funcionó,me eché para detrás de nuevo y sentí su miembro erecto,sonreí satisfecha y ella puso sus manos en mi cintura,me dio un apretón y mordí mi labio inferior hasta el punto en el que sabía a salado.

El contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora