Libertades * Santiago Caputo fanfic *

prologo

Corría el año 2015..

- Javier, tenés que conocer a Maria, encima que lleva tu apellido es una copia tuya -Decia una y otra vez Karina, su hermana.

- Karina, sabes que no quiero. Decidí darle el apellido porque no quería problemas legales, pero después de eso no quiero - Reprochó Javier hacia su hermana menor

Ellos mantenían una conversación sobre Maria Milei, hija de Javier y una compañera de universidad en un affaire de la universidad, el mientras estudiaba economía y ella ingeniería. Cuando Javier se enteró que estaba embarazada, lo primero que hizo fue correr, para no volver a verla nunca más. Tenía miedo de que a sus 23 años, su historia como padre fuera la misma de su padre hacia él, así que por eso decidió huir como cobarde. Aunque sabía que con el auge político y que cada vez era más famoso, iban a aparecer muchas personas del pasado reclamándole, pero él sabía que solamente María era su hija. Había visto fotos de ella, y si, era una copia de él pero en mujer, aunque era morocha, característico de su madre, tenía esos ojos celeste, igual a los genes Milei.

El economista vio como su hermana salió de la oficina suspirando casi derrotada de que su hermano sea tan terco de no querer conocer a su propia hija.
Karina ya tenía una relación de hace casi tres años con su sobrina, cuando se la encontró en un foro político en Los Ángeles. Y si, Maria Milei era licenciada en ciencias políticas de la Universidad de Belgrano, con apenas 24 años, la misma edad y universidad de la cual había egresado Javier y también la madre de ella.
La rubia mayor sintió una gran conexión con su sobrina cuando la conoció, era terca pero tenía un aura increíble, irradiaba todo el tiempo felicidad y amor, ayudaba a todos los que podía, todo el tiempo y deseaba lo mejor para todos. Ahora entendía cada vez más que su sobrina era como ver a Javier en el cuerpo de una mujer.

Javier miró un punto fijo en su chimenea hogareña, era una foto de él con la madre de la joven un año antes del embarazo de Maria, abrazados y besandose. Cuando la observó bien, una lágrima recorrió su cara, él sabía que Sabrina, esa mujer que tanto había amado y era madre de su hija, había fallecido hacia ya 5 años, debido a un ACV repentino. Aunque decidió no ir al velorio por respeto a la familia, que no lo quería mucho a él, envío flores con una carta anónima. Cuando todo eso paso por su cabeza en un leve pestaneo, decidió que tenía que afrontar la realidad y conocer a la jóven y talentosa Maria Milei.

Se limpió las lágrimas de las mejillas y agarró su teléfono, marcando el número de Karina.

- Ahora que querés Javier? - Preguntó Karina mientras tomaba un vaso de gaseosa en un McDonald's de San Isidro, a pocas cuadras de donde había estado hacia unos 40 minutos aproximadamente.

- Quiero que me pases el número de Maria, decidí que la quiero conocer - Dijo seguro el azabache mientras escuchaba como su hermana se atragantaba y pedía perdón a sus alrededores.

- Escúchame Javier, ella está ilusionada de conocerte. Es prácticamente tu personalidad pero en cuerpo de mujer, pero justamente, es una mujer así que cuidado. Al fin te decidiste pelotudo - Comentaba la hermana menor mientras reía, sabía que su hermano iba a terminar cediendo.

Luego de una breve charla, Karina Milei cortó y automáticamente le envió el número de Maria, a su hermano. Cuando Javier tuvo ese contacto en su teléfono, su vista se nubló y por primera vez en años, tenía miedo y nervios.
Abrió el contacto y lo primero que hizo fue ver la foto de perfíl. Era ella de joven con la típica toga de la Universidad de Belgrano y su madre dándole un beso en la mejilla. El economista no pudo evitar sonreír.

Javier le escribió un mensaje final, luego de escribir y borrar durante media hora, prácticamente diciendo que quería conocerla y si quería juntarse a comer con él el fin de semana que había superclásico. Karina le había dicho que, lamentablemente para él, era fanática de River al igual que su madre. Casi al instante la joven le contestó, totalmente emocionada, con un gran mensaje, que si, que quería conocerlo y estar con él.

Javier estaba muy feliz por eso, luego de 24 años iba a conocer a esa chiquita de la que tanto le hablaron. Él no veía la hora de que llegara el Domingo, así estaban juntos....

Y terminó siendo así, se volvieron inseparables, ella se volvió su mano derecha en política y su asesora junto a su tía, ya que había llegado el momento de que su padre comience a escalar en la política. Comenzando en 2020, plena pandemia, con su postulación futura a diputado nacional.