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Mis ojos estaban llenos de lágrimas, preocupada en la final de España en Sudáfrica, no lloraba pero estaba a punto, tenía muchos nervios de que se acabara la prórroga y fuéramos a penaltis. No paraba de pensar en como se sentiría David, no era de esos que se ponian muy nerviosos en el campo pero antes de llegar estaba un poco agobiado. Quería que pasara ese mal rato.
De pronto, el balón cae en las botas de Iniesta traa un rechaze de los Holandeses que acaba dentro de las redes. En aquel momento me llené de alegría y euforia, mis gritos me resonaban, imaginarme a David junto a la copa del mundo era el sueño de ambos y él estaba a tan solo 4 minutos de lograrlo y al final eso pasó, vi a Iker levantando la copa del mundo y una de las mejor sonrisas de Villa.
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Cuando pasaron los futbolistas por el tunel hacía los vestuarios yo me acerqué a David y lo abracé por detrás, se giró y al verme me abrazó de vuelta. Sentía sus brazos agarrarme con fuerza, no quería soltarme.
-- Primera copa del mundo y máximo goleador con la roja, ¿estarás contento no, capullo? -- Le dije de broma
-- Segunda copa del mundo, tú eres la primera -- Tras eso puso un pequeño beso en mis labios, mientras acarició mi pelo. -- Bueno, mejor me voy y me ducho, que me imagino que no quieres a un novio sudado hasta los ojos
-- Yo te quiero en todas las formas -- Ambos nos reímos como unos bobos enamorados -- Bueno, ¿te espero en el hotel o vas a ir a la fiesta?
-- Prefiero ir contigo, llevo unos dias hasta los cojones de todo y necesito descansar. --
Nos dimos un último beso y cada uno se fue por su camino
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Me desperté un poco perdida, me dolía la garganta y me encontraba muy cansada y era normal, tras todo lo que grité la noche anterior.
Había sido un momento llena de emoción y sufrimiento, sobre todo cuando gritaba con todas mis fuerzas tras el gol de Iniesta. Tenía mis ojos llenos de lágrimas mientras toda la afición española gritaba sabiendo lo mucho que sufrimos para llegar hasta aquí, imaginaba la felicidad del equipo y sobre todo, en la de David que probablemente sin él no habrían llegado a la final.
Fue una increible noche desde luego, pero por la mañana estaba reventada, me dolía un poco la cabeza. Miré hacía abajo para encontrarme a Villa abrazado a mí como si fuera un peluche, apoyando su cabeza en mi pecho. Él pasó un mes complicado y quería por una vez descansar conmigo sin preocupaciones. Constantemente me hablaba sobre su pequeño agobio por el mundial, aunque el siempre tuvo la cabeza bien alta con respecto a eso pero tenía ese nervio de que representaba a un país. Pero todo eso se había acabado, y encima de la mejor manera posible. Siendo campeones del mundo.
Dibujé una pequeña sonrisa en mi rostro al verle, era muy tierno durmiendo. Su pelo corto estaba muy desordenado, y mira que es difícil ya que lo tiene bastante corto, me imaginaba que debido a los festejos y todo el movimiento, no se lo solía peinar a profundidad, a él le gustaba llevarlo así. Sus labios rojizos entre cerrados que hacian resonar su respiración eran también muy adorable.
Alargué mi brazo hasta llegar a mi movil en la mesita de noche y comencé a ver videos y otras cosas en Twitter mientras con mi otra mano acariciaba el pelo de David delicadamente ya que no quería despertarlo, me sentía muy bien así con él.
Tras un buen rato de ver videos de la selección en los vestuarios, festejando el triunfo sentí como algo se movia en mi pecho. Y ese algo era Villa, quien se había acomodado en mi, lo que quería decir que estaba probablemente despierto. Me quedé mirándolo y él seguía como si nada.
-- Sé que estás despierto, David--
-- Joder... -- Dijo él, alzando un poco su rostro para mirarme -- Déjame estar así un rato másl por fa...
-- Sí, tranquilo
Sus ojos se posaron en mí, tenía unos ojos cansados, se notaba que tenía sueño. Me hizo una pequeña sonrisa de las suyas, que solo con hacer una sabes lo que quiere decir sin necesidad de expresar palabras.
Me acerqué a su frente y dejé un tierno beso.
-- Buenos días, Deivid -- Así le llamaba a veces, era mi pequeño apodo para él
El posó un beso largo y lento en mis labios, de esos que solía hacer mucho él.
-- Buenos días, linda --
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