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12 | Diciembre | ¿?
ˏˋ @🛑 " He encontrado a un pequeño perro cachorro. A punto de morir ahogado en lo profundo del río, el lloraba. Sus patéticos intentos de hermanos solo se fueron dejandolo atrás. No merecía morir. Un alm...
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12/ diciembre / ¿?
He encontrado a un perro. Mientras vagaba en busca de cobrar a aquellas almas qué merecían estar en el infierno, me encontré con un río. Los copos de nieve caían con lentitud hacia el suelo, indicando la llegada del la navidad. Algunos copos de nieve se quedaron en la capucha negra azabache qué traía, el pelaje blanco cada vez se hacía más pálido, luego estaba observando un río, congelandose cada vez más, con lentitud.
Sollozos, risas, y palabras, fueron los sonidos que invadieron mis oídos, de todas maneras. Nadien podía verme. Entonces, fue ahí cuando observe el acto poco moral por parte de una manada de cachorros.
Habían arrojado, a uno de ellos en el río.
Mi enojo hacia esos seres insignificantes crecio cada vez más al oír sus bromas de mal gusto. No esperaron más de 5 minutos para irse corriendo tan rápido como pudieron del lugar, soltando risas de de diversión y de alivio.
Eran criaturas qué merecían ser juzgados. No merecian el total cielo.
Rompí el calcetín blanco, entre azul con una de mis armas, haciendo un agujero de gran tamaño. Y me di cuenta que había una piedra ahí adentro, debido al peso extra que se encontraba en la prenda.
De ahí, un cachorro con pequeños sollozos saco la cabeza. Estaba aterrado. Miro a todos lados, luego me miró, como si me pudiera ver.
Su pequeña cola se movió de un lado a otro para sonreír, con un diente de su dentadura sobre su labio. Ladro con felicidad para que sus ojos parecian brillar.
Comprendí, qué era un criatura de raza pura, por eso la razón de poder verme.
Lo deje en el suelo, para luego continuar mi camino vagando por el bosque, leyendo de vez en cuando la lista de los que pronto morirán, en frente de mis propios ojos.
Pensaba con cautela cada una de las muertes asignadas, debían ser diferentes, dependiendo del nivel de maldad que un espécimen podía adquirir.
Era inusual qué la muerte misma se presente ante una criatura, incluso si más malo que sea, siempre hacia parecer qué la " Muerte" Solo sucedia cuando ya llego tu hora, yo siempre hacia el trabajo.
Escuche pasos, y me di cuenta de las huellas impregnadas en la fría nieve blanca, el cachorro de antes estaba ahí, con el mismo calcetín como una forma de vestir, se animo al verme, y corrió tan rápido para avalanzarse hacia a mi, como lo haría un perro a su amo. Sin embargo yo no soy su amo.
Me lamio la cara y logró apartarme la capucha de la cabeza, por un momento observó mis ojos rojos, un segundo después chillo emocionado para continuar con las lamidas.
Me siguió todo el camino, hasta que el sol se opuso. Por lo que no me quedo ningúna alternativa más que conservarlo Temporalmente.
De ninguna manera debo encariñarme con el perro. Mientras este conmigo, siempre correra peligro...
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