::Jungkook llamará "papi" a Taehyung, sin intenciones sexuales.
:: Taehyung 26.
:: Jungkook 20. _____________________
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Taehyung llegó a su hogar como de costumbre, esperando que Jungkook lo recibiera con la cena o contándole las pequeñas aventuras que había tenido con su conejito de peluche, Cooky. Pero para su sorpresa no había ni un solo rastro de su pequeño ricitos.
Subió a la habitación de ambos, después de haber inspeccionado la planta baja y darse cuenta de que no había nadie. Entró al lugar y lo encontró sobre la cama donde sollozaba en el pecho de su gran oso de peluche, rodeado de mantas y más peluches.
— Bebé, papi llegó. — Dijo mientras quitaba su saco y su camisa dejando su torso desnudo, no pensaba abrazar a su pequeño lleno de sudor.— Ven aquí, ven a los brazos de papi.
Jungkook rápido soltó al oso que abrazaba y espero a que Taehyung estuviera lo suficientemente cerca de la cama para poder abrazarlo.
— Esta bien, bebé. — Abrazó a Jungkook quien seguía llorando, acarició su espalda y lleno de besos sus cabellos. — ¿Qué sucedió, ricitos? – Pregunto cuando Jungkook estaba más calmado. El menor solo se inmutó a separarse de él, dejando ver su roja carita y acarició su pancita que estaba un tanto hinchada.
— ¿Está enfermo mi pobre bebé? — Acarició la pequeña pancita hasta que Jungkook volvió a abrazarlo, dejando pequeños besos en su pecho. Al parecer alguien estaba muy necesitado de mimos. Era como un pequeño cachorrito.
— Ow, papi va a cuidar de su pequeño.
Jungkook asintió y se recostó en la cama mientras Taehyung se dirigía al baño para tomar unas toallitas húmedas y limpiar la cara de su niño.
— Cierra los ojitos, amor, voy a limpiar tu carita. — Pasó la toallita por sus mejillas sintiendo que estaba un tanto calientes. — Bebé, estás un poco calientito. — Informo tratando de explicarle lo que sucedía.
El más pequeño hizo un puchero con sus gorditos labios.
— Al parecer alguien es demasiado pequeño hoy. — Sonrió al ver que Jungkook no hablaba ni un poco y solo hacia señas con sus manos o su cara.
— Lo siento, Tete. — Dijo finalmente sintiéndose mal.
— No, bebé, está bien, no tienes que ser un niño grande si no quieres. — Besó su frente y acarició su pequeño naricita. — Ahora vamos a quitar tu ropita, estas muy sudado y temblando, probablemente tengas fiebre, bebé.
— Papi, koo tiene frío.
— Esta bien, bebé, prometo que será rápido.
— ¿Lo prometes, papi? Koo no quiere ser un cubito de hielo. — Hizo un puchero, en serio tenía frío.
