El cuerpo de Gu Yinghua se petrificó por completo, y la fría sensación del metal atravesó su pecho, una gran cantidad de sangre subió por la garganta y fue vomitada dejando el sabor metálico impregnado en su lengua. Tratando de tomar aire sus pulmones se sentían como si llenase de sangre en lugar de aire, no pudo hacer nada al sentir que la vitalidad de su cuerpo se estaba desvaneciendo poco a poco. Intentó gritar pero su garganta se llenaba de aquel líquido vital.
El hombre vestido de negro que sostenía la espada, sacó sus manos de la empuñadura y cayó de rodillas golpeando el piso en seco, al mismo tiempo que Gu Yinghua ya no podía ver nada más que una sombra blanca y borrosa, fue sostenido por un momento. Escuchaba balbuceos, se oían desesperados, pero no era capaz de entender lo que decían.
Se levantó de golpe, tosiendo sin control, cubierto de sudor y tocándose el pecho. Desesperadamente buscando aquella larga hoja de metal que lo había atravesado.
Nada.
Observó a su alrededor y no había más que oscuridad eterna, y una luz... una luz que se iba acercando.
Gu Yinghua se frotó los ojos y esa luz que cada vez se acercaba a él tomó la forma de una vela.
—¡Mocoso inútil cállate de una vez que despertarás a los inquilinos! — Gu Yingua se levantó de golpe asustado por el grito de la anciana, abrazando el techo del susto.
Esa anciana era la dueña de la posada en la que Gu Yinghua vivía, de tamaño reducido y con el cabello recogido, su expresión era tan suave como el abrazo de una serpiente a un pequeño ratón, su sueño era pesado lo sabía porque a veces salía en las noches a cazar gallinas y desarrollarlas en medio de la noche cuando tenía hambre, por lo que su pesadilla debió haber sido un ruidosa para lograr despertarla.
—Lo siento Madame Yu, tuve un mal sueño. —Tomó ambos lados de su casi suelta ropa de dormir para cubrirse el pecho antes de intentar calmar la situación, pero la anciana se miraba de mal humor.
—Si te atreves a despertarme una vez más me aseguraré de hacerte dormir con los caballos, ¿Me oíste? —Madame Yu no parecía querer dar tregua a su estado de ánimo y para ser honestos, Gu Yinghua odiaba también ser despertado sin motivo alguno.
—Le juro por todos mis dioses que no volverá a pasar. —Gu Yinghua juntó sus manos haciendo una reverencia a la errática anciana.
—¡Hmm! —Giró su anciano cuerpo regresando a su habitación y esa luz de vela se hacía cada vez más distante. Aquella anciana era un dolor de cabeza para su vida, estaba constantemente gritando mientras que el temperamento de Yinghua era igual de grosero por lo que ambos intercambiaban discusiones acaloradas normalmente en las cuales parecería que se agarrarían a golpes, lo cual sería demasiado vergonzoso en el caso de ganar él o ganar ella dicha pelea. Sin embargo él cedía cuando sabía que algo era su culpa por lo que aceptó su comportamiento bestial.
De nuevo la habitación había quedado en completa oscuridad, Gu Yinghua se envolvió con su sábana y se dio la vuelta en esa sólida cama de madera, tocándose el pecho una vez más y tratando de recordar ese horrible sueño, durante aquella noche no logró conciliar el sueño.
La mañana había llegado, Gu Yinghua había despertado temprano a hacer pequeñas decoraciones con flores, además de darle mantenimiento a su hermoso jardín regando todas sus plantas. Esa era su actividad favorita por lo que adoraba el momento en el que podía pasar tiempo con ellas, la ubicación de este jardín era en el patio trasero de la posada de la Señora Lin Yu, además de unos cuantos rosales en la entrada que Gu Yinghua se encargaba de perfeccionar para darle una buena apariencia a aquella vivienda, solía saludar cordialmente a los trabajadores de la posada como cortesía a pesar de no guardar una relación estrecha con ninguno de ellos.

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Floreciendo en tu alma/Blooming in your soul
RomancePerdonen la ausencia, he estado tomandome el tiempo fuera, y regresé luego de haber leido muchas novelas inspirandome en mi gran amor por el Danmei, cree esto. Debo decir antes de que lean, que la hice con el mayor respeto posible, y siempre dandole...