Sinceramente me puse a releer la historia y habían unas cuantas faltas de ortografía que en cuanto pueda las arreglare
Y si ya se a pasado un buen tiempo desde la actualización de esta historia, pero e volvi es lo importante
Quizás cambie de vez en cuando levemente la personalidad de la prota pero todo por la trama!
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Habían pasado ya unos cuanto a días desde que había entrado a la academia y esos dias su lazo se amistad con la peliverde se fue haciendo más fuerte aún sin querer admitirlo ______ le había agarrado cariño a la chica..
La peli blanca se encontraba mirando por la ventana maldiciendo el clima ya que no se esperaba que ese día lloviera, si no hubiera sabido al menos se hubiera traído un paraguas
—Bien clase la jornada termino pueden volver a sus casas –habló la profesora mientras cerraba su libro–
Todos los del salon se levantaron para recoger sus cosas para irse a casa y otros para ir a sus respectivos clubes
Como la peli blanca no estaba en ningún club solamente se iria a casa. Al terminar de guardar todo una peliverde se acercó a ella dándole un toque en el hombro haciendola voltear
—me gustaría acompañarte a casa pero tengo que ir a mi club así que... –la chica se detuvo a la mitad para ver a la contraria–
Esta la miro devuelta mientras alzaba una ceja
—así que?... –habló esperando una respuesta–
La peliverde le dio un abrazo dejando a la chica confundida
—te voy a extrañar como nunca –dijo la joven con un tono dramático–
—nos volveremos a ver mañana sabes no? –dijo la joven dando palmaditas en la cabeza de la contraria–
—serán horas pero para mi serán años –hablo mientras la soltaba para luego abrazarse a si misma–
La peli blanca le miro con una sonrisa para luego con un dedo darle un golpesito en la cabeza
—si sigues así te mandaré al club de drama –dijo con una risita al final–
Midori la miro sonriente para luego también reir levemente
—esta bien, nos vemos mañana! Si sigo tardando mei sempai me va a matar por tardar tanto –dijo mientras tomaba su bolso– byeee!
La protagonista solo dio una leve sonrisa para también agarrar su bolso y dirigirse a la entrada
No le quedaba otra que ir a casa bajo toda esa lluvia, en el momento que estaba por dirigirse a casa una voz la llamo
