Alejandra Cortés, una joven bisexual de dieciséis años del Mundo moderno, murió a manos de su primo. Sin embargo, como siempre pasa en éste tipo de historias, la pobre reencarno en su historia de chinos gays favorita
El Gran Maestro de la Cultivaci...
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La joven shinobi lanzó una manzana y luego saltó por los aires. A pesar de su corta edad física, Hakai no era la ex discípula principal y luego heredera de la secta Himemiya por nada, sus dedos pequeños pero largos para alguien de su edad se aferraron a la manzana verde y ácida y aterrizó con elegancia en el suelo, su katana espiritual bien atada a su costado, el joven Luo caminaba detrás a una distancia respetable, con las túnicas de un sirviente.
"Aún no comprendo porqué estás tan empeñado en ser mi sirviente, Luo-san."
La joven negó con la cabeza, dándole una mordida a la fruta.
"La Gran señorita es la elegida del gran dios dragón del mar. El antiguo Líder Vidente de la secta Jiang, Jiang Tao, bisabuelo del actual líder Jiang Fengmian, previó que una Furen, elegida por los grandes dragones, traería justicia al mundo del cultivo. Su marca es prueba de ello."
Los ojos de Hakai se abrieron como platos cuando pudo desbloquear su primera habilidad como si fuera un videojuego. Podía ver si la persona era honesta o no...valla, era un detector de mentiras humano ahora, como Tsukauchi Naomasa* de BNHA*
Hakai observó Lanling mientras se acercaban rápidamente, dejando libre su flequillo que estaba firmemente restringido y ató su cabello en una coleta en lugar de un moño estandar bien apretado. Tuvo suerte de que Ryujin literalmente desvalijara su cuarto y pusiera todo en su bolsa qiankun. El tocado la hacía parecer de la realeza, pero la armadura ligera con el dragón impreso del clan Himemiya le daba el toque de persona importante.
"¿quien es?" Preguntó uno
"Parece alguien importante" Dijo otro.
"Que guapo, ¿de dónde será?" Dijo una doncella
"Parece ser de Dongyin, mira su ropa y su forma de comportarse, parece que no ha visto nada cómo ésto en su vida." Dijo otro Mercader.
"¡Silencio Fai! ¡Te va a escuchar!'' Dijo su compañero.
Mirando entre los puestos de venta, pudo localizar el puesto que vendía abanicos.
"¡Ah! ¡Luo-San mira mira, abanicos!."
Dijo en chino para que el mercader se callara...tuvo el efecto deseado.
"¿ansioso por ver los abanicos Joven Maestro?"
"Ah~ ésta Tía puede leerme tan fácil. Los abanicos con lo que estuve en contacto eran puramente de guerra. Y si bien suelo abanicarme con ellos cuando estoy en soledad. Temo que la gente de Jianghu pueda malinterpretarlo como una amenaza."
Dijo la joven ignorando que la habrían llamado maestro y mostró el enorme abanico azul con cuchillas. La mujer chillo cuando notó su voz femenina.
