AFTER (NiraShiya) (NiragixChishiya)

reencuentro

Niragi se sentía molesto, al parecer Chishiya se había olvidado de él, ya que no había ido a verlo ni siquiera una vez después de haber sido dado de alta, Kuina tampoco había tenido noticias del rubio y ya faltando poco para su propia alta, sus esperanzas de volver a ver a Chishiya se habían desvanecido por completo.

—Ni siquiera pude preguntar en que hospital trabaja —se recriminó a sí mismo— no puedo salir a buscarlo en cada hospital de Tokyo... ¿Oh sí?

Se durmió pensando en alguna manera para poder reencontrarse con el chico, necesitaba verlo y aclarar algunas dudas, pero principalmente quería saber si existía la posibilidad de que tuvieran algo. Chishiya le gustaba mucho.

Se despertó con la sensación de estar siendo observado, encontrándose con la mirada gatuna del hombre al que había estado deseando ver.

El rubio lo miró y sonrió, esa característica sonrisita suya que provocara que Niragi quisiera golpearlo o besarlo... Lo que ocurriera primero.  La sonrisa fué borrada del rostro de Chishiya, cuando Niragi le lanzó una almohadilla, golpeándolo de lleno en la cara.

—¿Pero qué diablos, Niragi? ¿Te volviste loco?

—¡Tú, cabrón! ¡Me quemaste con un puto lanzallamas! ¿Y dónde demonios estuviste metido todo este tiempo?

—Estuve ocupado con unos trámites, espera un momento... ¿Recuerdas lo del lanzallamas? ¿Entonces no estaba soñando? —lo último lo susurró, igual Niragi pudo escucharlo.

—No creo que sea un sueño, ambos tenemos los mismos recuerdos ¿Verdad? Por eso me eras familiar, nos conocimos en borderland... Lo que no entiendo es ¿cómo es posible que estuviéramos en ese lugar y qué es exactamente borderland?

—No lo sé. Al principio pensé que eran sueños estúpidos, pero se sentían muy vívidos, demasiado reales y está el hecho de que te recordé y también al algunos de los demás. Incluída Kuina.

Niragi asintió.

—Yo recordé muchas cosas... Sobre nosotros, Suguru.

—Yo también.

—Entonces en mi defensa diré que te merecías que te quemara vivo, eras un jodido imbécil.

El pelinegro bufó, pero no pudo reprochar nada, había sido de lo peorcito en borderland.

—Era basura, está bien lo admito, pero dolió como una perra que me quemaras vivo.

—No fué personal, ¿Sin rencores?

El pelinegro se cruzó de brazos y miró a otro lado.

—Eso depende... ¿Dónde estuviste? Pensé que merecía por lo menos que te despidieras de mí.

—Lo siento. Mi padre me sacó de aquí casi a rastras y no quise molestarte, mucho menos porque planeaba regresar pronto.

—¿Entonces qué pasó?

—Tuve muchas cosas que me mantuvieron ocupado. Los trámites para cambiar de hospital y de especialidad pueden ser engorrosos.

—¿A qué te refieres?

—Te dije que quería cambiar mi vida, dejar atrás lo mierda que fuí y hacer algo realmente bueno con mi vida.

Niragi asintió, pero estaba confundido. No sabía qué planeaba Chishiya.

—Salir de aquel nefasto hospital era el primer paso. No puedo volver a ver a los ojos a una madre, mientras le digo que su hijo morirá porque su transplante fué pospuesto para darle prioridad a alguien con dinero.

El tono de voz de Chishiya era amargo y con un deje de impotencia. Niragi no lo interrumpió, entendió que el más bajito necesitaba desahogarse.

—Soy doctor, Suguru. Se supone que mi deber es salvar vidas, sin importar su estatus económica o social.

—Tienes mi apoyo.

—¿Eh? —Chishiya lo miró sorprendido, nunca imaginó ver a un Niragi sensible.

—Dije que te apoyaré. No recuerdo todo sobre borderland, pero sí recuerdo en quien me convertí en ese lugar. Conozco la intimidación, conozco el rechazo, el dolor de ser abusado y descartado... No quiero que el odio me convierta en un psicópata, quiero pensar que todavía no lo soy. No deseo lastimar a otros sólo porque yo fuí lastimado, no es la clase de persona que quiero ser.

Chishiya asintió entendiendo los sentimientos de Niragi y deseando que ambos lograrán alcanzar sus objetivos.

—No creo que seas un psicópata, si lo fueras te habrías quedado en borderland y no hubieras regresado al mundo que tanto te hirió.

—Supongo que tienes razón, Shiya.

—Me gustaría saber que va a pasar con nosotros, con esa rivalidad entre nosotros. Hay mucho equipaje entre nosotros y me disparaste... Dos veces.

—Me quemaste vivo, yo diría que estamos a mano. Y yo diría que en lugar de rivalidad, podemos llamar a lo que teníamos por su nombre real, eso era tensión sexual pura y dura y lo sabes. Nuestros encuentros clandestinos pueden confirmarlo. Me gustabas tanto, pero me enojaba que me mirabas como a un maldito insecto y me menospreciabas... Quería quitarte esa mirada arrogante a trompadas o a besos.

Chishiya sonrió abiertamente por primera vez, desde que Niragi podía recordar.

—Siempre me pareciste muy atractivo, todo fuego y descontrol. Esos piercings te hacían ver tan sexy, pero odiaba tu actitud y que siempre estuvieras cogiendo con esas zorras. Así que te fastidiaba para que me prestaras atención.

—Maldita sea, Shiya... No puedes decir algo así y no esperar que quiera besarte. Puedo recordar el sabor de tus labios si me concentro lo suficiente.

—Invítame por lo menos un café, primero. No estamos en borderland, aquí debes cortejarme.

—Al diablo con el café, ven y trae ese bonito trasero aquí para que pueda besarte.

—Al parecer queda algo del viejo Niragi en tí.

—En esencia es quien soy, sólo quitemosle las cosas ilegales. Aquí sí puedo ir a la cárcel.

Chishiya caminó hacia la camilla donde Niragi estaba sentado y se acomodó entre las piernas del más alto. Cruzó sus brazos alrededor del cuello del pelinegro acercándolo hasta que sus alientos se podían mezclar.

—Entonces, ¿estabas diciendo algo sobre un beso?

Niragi sonrió de lado y lamió los labios del rubio y luego lo besó profundamente, Chishiya podía recordar como se sentía esta boca contra la suya y lo mucho que le gustaba el pelinegro.

Quizás ya no estaban en borderland, pero la sensación de estar entre los brazos de este hombre seguía siendo la misma.

Niragi Suguru era su adicción.

Hola. Ayer no pude publicar porque no había electricidad y mi celular estaba muerto.

Estoy muerta del cansancio, espero que les guste el capítulo de hoy.

Besos