Pies escolares

Especial San Valentín.

Hoy el día era diferente, era una fecha especial, hoy era San Valentín y se sentía en la atmósfera del lugar, muchas personas con globos, regalos, dulces y vestimentas típicas de la fecha, vestidos ya sean rosas o rojos o alguna vestimenta típica de ese color, entre ellos tacones.

Un color bastante sexy a mi parecer, sin embargo había excepciones... Pero sin duda hoy había muchos zapatos abiertos con los cuales poder jugar.

Muchos pies interesante, para poder escoger, sabía que el control me daba el poder de tenerlos todos, pero aún así quería tener unos especiales para ser los predilectos, con los cuales realmente iba a jugar.

No sabía cuáles serían, pero como una señal del destino llegó la salón una chica, tenía unos pies maravillosos tomo asiento.

Sin esperarme toque el botón y puse pausa, me abalance a sus pies, dios eran perfectos.

Unos pies wow, estupendos, me acerque a ellos, a obviamente tenía que olerlos primero, acerque mi nariz sin mover sus pies.

Olfatee y su aroma era igual de estupendo que su estética, un aroma a fresas un perfume de fresas supongo que tenía, apenas iba empezando el día, si fuera más tarde talvez las cosas serían diferentes, yo creo que esos tacones le cansarán se ve que en un par de horas sus pies estárian cansados y lo averiguaría.

Comencé con unos besos a sus dedos, ese pedicure era increíble, me preguntaba para quien sería y si aprovecharía para chupar esos pies, si no, bueno que tonto, yo no dejaría ir tremenda oportunidad.

Bese cada dedo, el empeine y las uñas que se veían lindas, sin dudar quite los tacones de manera sutil y con delicadeza, como si se tratara de la cosa más fina del mundo.

Su planta de los pies rosada, un deleite de ver, era increíble al tacto, suave como el pétalo de flor. Tome sus pies y los subí al asiento de una silla para poder degustar de sus zapatos sabía que no habría nada increíble en sus pies, cómo sudor o un sabor característico de su pie.
Pero era muy tonto no aprovechar tremenda oportunidad, esos zapatos me pedían que los profanara. Lami, chupe y escupí en todo el calzado, solo veía recorrer mi saliva por todo el forro y la plantilla.

Ya estaba más que entusiasmado para poder pasar al platillo principal, deje sus tacones en el suelo y tome sus pies, comencé a chupar todo su pie como un enfermo, los alce que quedarán frente a mi rostro y lami toda su suela, pasando mi lengua desde el talón hasta sus dedos de los pies varias veces, solo para llegar a sus dedos y meter mi lengua entre ellos, lamiendo su dulce sabor a fresas, ella cuidaba bastante sus pies y me encantaba, no sé porque tenía la sensación que estaban demasiados cuidados, ¿Por qué?, Esos pies iban ser el regalo para alguien más ?, Yo sentía que los cuidaba mucho porque le apestaban demasiado y quería cubrir lo sucio que se pueden llegar a poner. O simplemente porque quería, no importaba porque sería yo estaba disfrutando de ellos.

Yo era el que estaba ahí, por lo que me aborece, metí sus dedos dentro de mi boca y comencé a sucionarlos buscando tomar todo el sabor de ellos y llenarlos lo más posible de saliva, ya estaban totalmente llenos de mi saliva que me gano la tentación de hacerme un footjob con tan lindos pies, su suavidad al tacto era increíble que sabía que mi pene podría disfrutar también de tal tentación.

Lo saqué, mi exitación era tanta que ya estaba totalmente lubricado, la saliva, mi líquido preseminal y sus suaves e increíbles pies creaban una deliciosa combinación que provocaba que mi miembro y sus pies tuvieran una armonía perfecta, se deslizaba con tal sencillez que no pude resistir más y dejé caer toda mi carga en su tacones era increíble el profanar tan lindo regalo.
Me tranquilice y tome un momento para disfrutar de mi regalito de San Valentín, cuando termine limpie mi desastre de sus zapatos y su pie, cuando termine les di un beso de despedida y regrese todo a su lugar, sin más volví a poner play para seguir con el día.