me converti en la hermana gemela de la villana

capitulo 18

Roksu tamborileó con los dedos contra su escritorio con un ceño pensativo que superó sus hermosos rasgos. Lo había estado haciendo durante los últimos veinte minutos y los sirvientes le habían reemplazado el té dos veces antes de escabullirse de su presencia antes de convertirse en una molestia.

En general, se sentía bastante complicada.

A pesar de que sus planes salieron mal, el festival en sí había sido bastante agradable. Planeaba llevar a los niños con ella esta noche para asegurarse de que también pudieran disfrutarlo.

Choi Han parecía estar bastante complacido también, lo cual era bueno considerando que el príncipe azul no había aparecido.

Eso era parte del problema, ¿no? El príncipe que se suponía que estaba absolutamente enamorado de Choi Han, y que podía culparlo, parecía ser completamente indiferente a ella. Roksu era consciente de que ya había cambiado bastante la trama, pero no había cambiado nada que debería haber redirigido la atención del príncipe y, aparte de eso, era bastante imposible pasar tiempo con Choi Han y no enamorarse . ella por lo que el príncipe estaba claramente fuera de sí.

Eso era parte del problema, ¿no?

Pasar cualquier cantidad de tiempo con una persona tan encantadora, dulce, inocente y valiente como Choi Han realmente hacía imposible no enamorarse de ella. Incluso cuando uno era consciente de cuán absolutamente aterradora era la fuerza de Choi Han.

Y Roksu difícilmente podía negar la verdad por más tiempo.

Había pensado que sentía una atracción natural por una chica maravillosa o tal vez solo estaba explorando su nueva sexualidad que aparentemente venía con este nuevo cuerpo, pero ese no parecía ser el caso en absoluto.

Roksu no se sentía atraído por ninguna otra dama encantadora, incluso cuando sin duda eran hermosas, y la atracción por Choi Han no parecía estar pasando en absoluto.

Solo se hizo más fuerte con el tiempo.

Eso ciertamente complicó las cosas.

No era que ella pensara que Choi Han absolutamente tenía que reunirse con el príncipe. Hablando con franqueza, mientras Choi Han fuera feliz con su pareja, a Roksu no le importaba con quién terminara. Además, la continua indiferencia del príncipe había alejado en gran medida a Roksu de esa línea de pensamiento.

Pero no pudo evitar recordar haber leído cuán enamorada había estado Choi Han en la novela.

Había sido feliz, realizada y mimada en todas las formas en que debería serlo.

Si bien Roksu ya no confiaba en los sentimientos del príncipe por Choi Han, tenía motivos para estar más cansada de los sentimientos de Choi Han por él. Después de todo, en la novela, Alver se había enamorado rápidamente de la increíble mujer, pero Choi Han se había tomado un poco de tiempo para simpatizar con él.

Sin embargo, cuando se cayó, fue realmente conmovedor leer cómo Choi Han comenzó a experimentar la verdadera felicidad después de una vida tan dura. Cómo el príncipe la hizo sentir cosas que nunca antes había sentido.

Como lector, Roksu se había sentido muy feliz por Choi Han.

Como amiga de Choi Han, Roksu quería que ella tuviera toda la felicidad que se merecía.

Como persona, Roksu estaba empezando a perder cierta perspectiva.

Fue la forma en que Choi Han le sonrió tan dulcemente. La manera confiable en que siempre estuvo a su lado. El apoyo gentil pero firme de una mujer que había logrado conservar un corazón tan amoroso a pesar de todas las dificultades que había soportado.

Choi Han estuvo increíble.

Cualquiera debería sentirse afortunado de tener su atención.

Roksu no quería quitarle la felicidad a Choi Han. Y también estaba el problema de que, si bien Roksu no tenía problemas para sentir atracción por otra mujer, en la medida en que la novela la retrataba, Choi Han probablemente era heterosexual.

Sus dedos tamborilearon contra la madera y se encontraron con escamas.

"¿Qué ocurre?"

Roksu miró los grandes ojos azules del niño de cuatro años. A pesar de su racha viciosa, el dragón negro también fue bastante amable. Los labios de Roksu se torcieron hacia arriba. Seguía rodeándose de gente tan amable. Se estaba convirtiendo en un problema.

"Estoy pensando en qué cenar esta noche". Roksu mintió perezosamente, recostándose en su silla.

"Estás mintiendo." Respondió el dragón negro, su cara regordeta se contorsionó en un puchero por la deshonestidad y entrecerró los ojos.

Ah, no fue una buena idea mentirle al dragón negro. Ya tenía muchos problemas de confianza justificados con los humanos. No era bueno darle más.

"Soy." admitió Roksu, dándole una palmadita en la cabeza al dragón negro. Eres bastante perspicaz. Verdaderamente un gran e inteligente dragón."

El dragón negro hinchó el pecho con orgullo. "Así es. No deberías mentirme. Dijo, resoplando con orgullo y viéndose bastante lindo.

"Lo lamento. No lo volveré a hacer." Roksu consideró si las formas creativas de evitar la mentira serían consideradas como una falsedad por el sensible dragón. Mejor no averiguarlo.

"¿Entonces? ¿Me vas a decir?

Roksu lo consideró. Hablar de su triste vida amorosa con una niña tan pequeña le parecía un poco irresponsable y, además, era bastante importante que mantuviera sus sentimientos en secreto. Si Choi Han supiera cómo se siente, podría sentirse incómoda con Roksu.

Ese pensamiento fue lo suficientemente terrible como para bajar su estado de ánimo aún más.

"Hoy no." dijo Roks, acariciando suavemente la cabeza del dragón negro de nuevo. "Todavía no estoy listo para hablar de eso".

Roksu se preguntó si alguna vez estaría lista para hablar de eso. Preferiría morir con el vergonzoso secreto para no causarle más problemas a Choi Han.

Quería que Choi Han fuera feliz. Mas que cualquier otra cosa.

El dragón negro frunció el ceño pero aceptó su respuesta asintiendo. También tenía cosas de las que no estaba listo para hablar. El dragón negro descansaba sobre su escritorio, permitiendo que la mano de Roksu lo acariciara suavemente hasta que comenzó a sentir sueño.

Roksu observó cómo el dragón se alejaba. Era mejor así. Tenía personas valiosas a su alrededor por las que se preocupaba mucho. Ser codicioso e intentar ganar el corazón de Choi Han seguramente solo causaría problemas.

Levantó la vista cuando escuchó que se abría la puerta y se le aceleró el pulso al ver a la espadachina.

Choi Han se acercó en silencio, claramente sin querer despertar al dragón negro. ¿Señaló y articuló el almuerzo? en la pareja. Teniendo en cuenta el tiempo, ciertamente ya había pasado el tiempo en que ella debería comer y los niños también necesitaban ser alimentados.

Fue agradable que Choi Han se lo recordara. Roksu a veces se consumía con su trabajo.

Choi Han también se veía ridículamente adorable mientras preguntaba.

Maldición.

Esto sería mucho menos complicado si Choi Han no fuera tan adorable.

Roksu asintió, ocultando hábilmente la forma en que sus sentimientos afectivos solo parecían crecer.

Un amor no correspondido bien podría no existir en absoluto.