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"¿Recordarlo?" preguntó George. "Nunca podría olvidarlo. El mejor partido del siglo"

"¿Recuerdas que perdí al señor Elegante esa noche?"

La sonrisa de George desvaneció ante el recuerdo triste.

"Lo recuerdo" asintió. "Traías a ese oso a todas partes. Estabas muy triste"

"Y luego tú me regalaste al señor Bromista"

"¿Cómo?"

George se veía extrañado. Tenía un trozo de pita en la mano a medio camino hacia su boca.

"Al señor Bromista" repitió. "Un dragón rosado, que dejaste en mi cama"

Lo miró, esperando que George recordara ese momento que para ella significaba tanto.

¿Por qué no lo recordaba?

"George" se rió, "ese día me regalaste un dragón de peluche. Me dejaste una nota"

George terminó de tragar la comida en su boca.

"Kira" le dijo muy tranquilo. "Yo nunca te he regalado un dragón de peluche"

"¿Qué?"

"Eso" insistió George. "Yo nunca te he regalado un dragón de peluche. ¿De dónde habría sacado uno?"

"Tu mamá dijo que te vio viajar por polvos flu ese día" explicó. "Ella me lo dijo. Pensé que habías venido al Callejón Diagon a comprarlo"

"No fui yo, Kira"

"Pero, tu mamá..."

George negó.

"Kira, ¿mi mamá?" le preguntó como si fuera obvio. "Probablemente vio a Fred y pensó que era yo"

"¿Qué?"

Pero no era una pregunta de verdad. Lo había escuchado, bastante bien. El problema era que le costaba trabajo comprender de verdad.

El del regalo había sido Fred.

De repente, se sintió una idiota.

"George" le dijo lentamente. "Tú no eres el que envía las notas, ¿cierto?"

George la miró casi con lástima, pero forzó una sonrisa.

"Kirs, no sé de qué hablas"

Dios. Kira sintió que el cerebro se le dormía. Las manos le hormigueaban y perdió del todo el apetito.

"Soy una idiota"

"¿Kirs?"

Se puso de pie y caminó hacia la salida. No escuchó a George venir tras ella. Kratos le preguntó si se encontraba bien al salir del restaurante, pero tampoco lo escuchó. Caminó al aire fresco de la noche en el Callejón y antes de dar otro paso se apareció fuera de ahí.

No se dio cuenta de que había llegado a la Madriguera hasta que sus pies dieron con el canal que pasaba por afuera de la entrada. Se miró los zapatos, empapados, y se los quitó sin darle mayor importancia. Caminó descalza hasta la casa.

A Molly Weasley casi le dio un infarto cuando tocaron a la puerta. Abrió con la varita en mano, un hábito que el fin de la guerra no le había quitado, y aunque la bajó un poco al ver a Kira, parecía todavía estar en guardia.

"¿Kira?" le preguntó. "Cielo, ¿qué haces aquí?"

"Disculpe la hora, señora Weasley" le dijo casi en modo automático. "¿Puedo pasar?"

"Claro, claro" le dijo Molly, haciéndose a un lado para que entrara. "Cariño, ¿vienes sin zapatos?"

Pero Kira no la escuchó.

wrong twin - fred weasley fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora