–LOUIS WILLIAM TOMLINSON, ¿¡QUÉ ES ESTA MASACRE!? –exigía saber Harry, su cara roja a punto de explotar por la rabia.
–Oops.
[Tres doritos antes]
–¿Papá? –llamó Darcy entrando a la sala de estar tímidamente.
–¿Sí, princesa?
–¿Recuerdas cuando hace unas semanas grabé el video con papi e hicimos esa guerra de cupcakes? –preguntó en tono de "estoy a punto de hacer la petición del año" y una gran sonrisa traviesa en su cara.
–Sí, cariño, ¿por qué preguntas? –Louis rezaba para sus adentros que no le pidiera recrear la escena vivida; ya lo había discutido con Harry y él había terminado la conversación con un tajante "no". Pero Louis sabía que Darcy sabía que era débil ante sus encantos y su carita de suplica.
–Bueno... –La pequeña cruzó sus brazos detrás de su espalda y empezó a jugar con sus pies, su tono de voz a largaba las palabras casi como si evitara llegar al punto–, estaba pensando... que quizás... tal vez... como se acerca mi cumpleaños... lo podríamos repetir –finalizó batiendo las pestañas y poniendo carita de "soy un ángel y nunca he roto un plato en mi vida".
–Darcy. –Louis se pasó la mano por la cara. "No caigas Tommo, resiste a sus encantos" pensaba–. Ya hablamos de esto antes, sabes que papi Hazz no está de acuerdo –"y que si lo hacemos nos matará a los dos. Bueno, a mí más que a ti".
–¡Pero es por mi cumpleaños! ¡No pido mucho! Además, todos los demás están diciendo que les parecería divertido hacerlo. Por favorrrr... –empezaba lentamente a formarse un puchero en sus labios.
–Darcy, no.
–Por favorrrr. –Se intensificó su puchero.
–Darcy...
–Por fiss –Eso era todo, era hora de su arma mortal: ojitos de cachorrito.
Louis miraba a si hija tratando de no caer ante su ternura. 《Este es mi fin, tendré que dormir con Clifford una semana por lo menos》.
–Agh, está bien –cedió. Darcy dio un pequeño grito de la emoción mientras saltaba sonriente–. Pero tú serás la encargada de decirle a tu padre, no pienso tener que decirle yo.
–¡Okay!
La conversación se dio por terminada, Darcy salió corriendo de la sala para ir a su cuarto a pensar como haría todo. Entre tantas ideas que corrían por su mente, había olvidado su misión más importante: Decirle a Harry.
[Dos doritos antes]
Un mes luego de la conversación, por fin llegó el ansiado día, el cumpleaños de Darcy número nueve.
La casa de los Tomlinson estaba llena de infantes corriendo por todas partes. Gritos, risas y objetos chocando se escuchaban por todas partes. En el patio se encontraba un gran castillo inflable —que habían rentado para la ocasión—, varias mesas cerca de la cocina de la casa donde se encontraba la comida y bebidas, globos regados por la cerca y pequeños grupos de padres que se juntaban a conversar.
Un par de horas luego de haber iniciado la fiesta, Darcy se acercó a su padre para revisar que todo estuviera listo para el evento principal.
–Papá –Jaló de la polera de su padre para llamar su atención–. ¿Ya está todo listo para ya-sabes-qué? Ya me están preguntando porqué demora tanto.
–Todo listo, pequeña –revolvió el pelo rizado de su hija–. Anda a agruparlos, traeré los cupcakes en un segundo.
–¡Okay! –gritó mientras corría hacia sus amigos para avisarles.
Todos los padres sabían..., o bueno, casi todos. De alguna forma que nadie se explica, Harry nunca se enteró de la actividad en ese mes y algo en que planearon la fiesta. No sospechó cuando los padres le preguntaron si un cambio de ropa completo era necesario —"Los niños siempre se ensucian cuando juegan", justificó para sí—, ni cuando llegó una orden enorme de cupcakes —"Quizá Lou si se excedió un poco con los dulces..." pensaba mientras veía el pedido instalarse en su cocina—.
Louis empezó a llevar los cupcakes afuera y a pasarle gorros a los niños para que no se manchen el pelo. Se extrañó de no ver a Harry entremedio del caos. "Dónde estás?", le pregunto por mensaje, al cual su respuesta llegó segundos después: "arriba con Ethan, se despertó y aún no consigo que vuelva a dormir", ":(" fue toda la respuesta que dio Louis antes de guardar su celular en su bolsillo y empezar a gritar las instrucciones.
–¡Escuchen bien las reglas enanos! –Los niños habían dejado de hablar entre ellos y escucharon con atención las instrucciones–. Pónganse todos en un gran círculo al rededor de los pastelitos, cuando grite "Ya" pueden ir a por ellos. Al primero que se pasé con los pastelazos, se para el juego –se escucho una queja grupal–; quéjense todo lo que quieran, no me importa. Tampoco nada de tirarle cupcakes a sus padres ni ningún adulto, no sean tontos y no desperdicien municiones. El juego acaba cuando acaben los cupcakes. Dicho esto, ¡¿están listos!? – se escuchó un "sí" grupal–. No los escucho. ¡¿ESTÁN LISTOS!? –Preguntó aún más fuerte y los niños respondieron con más intensidad.
》A la cuenta de tres. Uno... Dos... Tres. YA.
Y corrieron hacia el lugar donde estaban las municiones. Cupcakes eran lanzados a diestra y siniestra. Risas explosivas y gritos de batalla. Pastelazos en la ropa, cara y algunos otros que acababan en el pasto.
[Un dorito antes]
Recién había acabado la batalla campal cuando Harry, por fin, se dispuso a salir al patio. Le había un buen tiempo lograr que su hijo menos volviese a dormir, pues estaba constantemente jugando con los collares que portaba Harry. Después de quitárselos y cinco canciones de cuna más, logró que cayera en los brazos de Morfeo. Contempló a su hijo un par de minutos para comprobar que todo estuviera bien con su sueño y se dispuso a bajar para seguir celebrando el cumpleaños de su hija. Revisó su celular en lo que bajaba la escalera, "Mierda, me he demorado más de media hora".
Iba saliendo de la cocina cuando se detuvo al seco al ver el desastre que había en su patio.
–LOUIS WILLIAM TOMLINSON, ¿¡QUÉ ES ESTA MASACRE!? –exigía saber Harry, su cara roja a punto de explotar por la rabia.
Louis se paralizó en su lugar del miedo. El resto de padres veía la situación desde los costados del patio, súbitamente cortando todo tipo de conversaciones al escuchar el grito. Los niños, que ya estaban cerca de sus padres para que les limpiaran, se sobresaltaron ligeramente.
Lentamente el mayor se volteó hacia su hija. Harry enfadado daba miedo, y él estaba dispuesto a sacrificar a su hija para no enfrentarlo.
–Oops –dijo Darcy mientras se encogía de hombros y el recuerdo de que ella era la encargada de contarle a su otro padre acerca del juego le azotó–. Creo que olvide contarle a papi Hazz –explicó lo más tierna posible.
–¿¡Que tú qué!? –Preguntó con los dientes apretados. "Estoy muerto", pensaba con terror, "me va a matar, mi propio esposo me matará. O peor, me pedirá el divorcio. Mierda esto no puede estar pasando. ¿Cómo dividiremos la custodia de los niños? ¿Y la de Clifford? No puedo, no estoy hecho para ser padre soltero..."
–¡LOUIS! –Volvió a gritar Harry, sacándolo de sus pensamientos–. ¡VEN AQUÍ! ¡TENEMOS QUE HABLAR!
"Bueno, Darcy, al menos tu padre morirá como un héroe" pensaba en lo que caminaba hacia su esposo. "Virgencita de Guadalupe, sálvame".
Y entraron a su oficina para discutir el asunto.
Los invitados y la cumpleañera pronto renaudaron sus juegos, ignorando el magistral regaño que Louis se llevaba a unos cuantos metros.
Fue un buen cumpleaños
♡♡♡♡♡
Hi,
Han pasado 5 años desde que subí la primera parte y hoy me dio la wea y me dio por escribirle un bonus.Vengo a aclarar que los cupcakes que usaron para la guerra, Louis compró los que iban a botar y también otros que encontró en too good to go, y que muchos fueron de pequeños emprendimientos, porque en este perfil apoyamos los emprendimientos :).
Eso xau
All the love x