Capitulo 2

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Ambos hermanos están caminando nuevamente por la noche, en el amanecer se han ocultado de la luz del sol, Gyutaro no ha dormido demasiado en ese tiempo por si los vienen a atacar como lo que pasó con aquel omega dominante, aunque por lo menos agradeció a sus instintos de igual manera llevarse aquellas getas, porque si no, ahora sus pies si estarían destrozados y sangrando.

—¿Estas bien, Ume? —preguntó frotándose un poco la cara, aún no llegan al lugar indicado, la falta de sueño y hambre no la puede aguantar demasiado ahora.

—¡Mmh! ¡Mmh! —dio esos sonidos de forma enérgica, intentando trasmitirle a su hermano que está bien y que él descanse, pero solo recibió una negación.

—“Si seguimos avanzando a este pasó, vamos a tardar demasiado” —pensó gruñendo, preguntándose a sus adentros que podrá comer su hermana para obtener energías—. Capaz que ese sol andante nos mandó a nuestra propia muerte... Aunque igual en ese lugar nos hubieran matado para deshacerse de nosotros de una vez por todas.

Vieron que el camino se divide en dos, uno va por la izquierda y el otro sigue recto, prefirieron seguir por este último mencionado porque vieron una casa, la cual tiene un gran huerto en su parte trasera, es la única casa que han encontrado en todo el camino recorrido; se acercan a aquel lugar para mejor pedir indicaciones, o mejor dicho, que el omega los amenace. Gyutaro en ese momento ve a Ume, la cual empezó a mover su nariz, como oliendo alguna cosa, empezando a babear, haciendo que aquella baba se le empezara a deslizar por debajo de la soga, llegando hasta su mentón.

—¿Porqué estas babeando? —dijo tomándola de la cara preocupado, nunca la ha visto babear de ese modo, ni siquiera cuando era bebé, en eso se dio cuenta que ya están frente a la puerta de aquella casa, la cual está abierta y las luces están apagadas, se escucha como si alguien masticara— ... Vámonos de aquí.

La beta cuando escucho aquello, trago saliva y Gyutaro le tiro de la mano para que corrieran de aquel lugar, pero ella no se movió de su sitio, haciendo que el mayor la mirará con asombró, ya que nunca le llevaba la contraria. Antes de pensar en algo para solucionar aquel problema de irse para que Ume no se meta en aquella casa, escuchó una voz a sus espaldas, provenientes de la puerta, sintiendo un pequeño escalofrío, ya que se dio cuenta que es un alfa aquel ser porque esta expulsando un poco de feromonas, de un apestoso olor a tabaco.

—¿Quienes son ustedes? Están en mi territorio —la voz se escucha bastante enojada, además de grave—. No tolerare que se metan en mi zona de caza.

El omega lo encaró, dejando a su hermana detrás de su espalda, mirando por fin a aquel demonio de piel grisácea, al cual el cabello le llega hasta los hombros y no tiene ningún rastro de cejas, además de que muestra sus dientes afilados y como se le marcan unas cuantas venas; Gyutaro coloca su mano en la empuñadura de su hoz y empezó a dar pasos hacia atrás junto a Ume, la cual reaccionó cuando vio a aquel demonio amenazandolos.

—Qué rara sensación, ¿ustedes son humanos? —con eso dicho, con un rápido movimiento toma al menor de su kimono a rayas, el cual se ve lo maltratado que está.

Gyutaro sacó su hoz para clavarsela en el antebrazo y subirla hasta cortarle la mitad de aquel lugar para lograr soltarse, cayendo de pie en el suelo, viendo como aquel tipo sangra, pero de un momento a otro cayó, golpeándose la cabeza en el proceso cuando el demonio le tomó de imprevisto su pierna derecha, elevandola, haciendo que su cuerpo quede un poco elevado de cabeza.

—Nada mal, pero mira, ya me curé —dijo mostrando como su herida se cerraba por completa para dejar de sangrar, entonces vio a la niña, fijándose al fin que ella si es una demonio—. ¿Qué hace una demonio con un sucio y feo humano omega?

Una Historia Distinta (AU Kimetsu no Yaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora