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((()))


Al día... bueno, a la casi mañana siguiente me sentía completamente repuesta, como si hubiera sido magia, que estaba segura de que había sido eso.

Lo primero que vi al despertar fue una figura gigantesca sentada en una silla, completamente dormida en una posición incómoda, teniendo la barbilla acomodada en la mano.

--- Amargado.

El pelinegro de inmediato se despertó como si algo pasara, algo extremadamente peligroso. Su cabello estaba desordenado, sus labios hinchados y sus ojos medio cerrados, luchaba contra su sueño justo en ese momento.

--- ¿Qué? ¿Qué?

--- Nada, amargado --- sonreí frotándome los ojos levemente.

Alec pareció tranquilizarse e imito mi gesto, ahora se acercó y se quedó en los pies de la cama sentado. Me tomo un momento darme cuenta de que no estábamos con el brujo, bueno ya no estábamos en su departamento lujoso, estábamos en la habitación de Alec en el instituto, no pregunte nada al respecto, simplemente me sente en la cama y el amargado se tensó un poco, mirándome fijamente.

--- Si me muevo no me voy a romper --- le dije divertida, Alec asintió un poco tranquilo ahora, vi que ahora ya no tenia esa mala leña, o sea no estaba de mal humor --- ¿Cómo están las cosas con el güerito?

--- ¿Lo primero que me preguntas al despertar es eso? ¿Te preocupa? ---pregunto, pero no de manera golpeada, sino un poco sorprendido.

--- Pues es que hoy no te ves con cara de genio --- explique.

--- Tengo sueño --- murmuro con la voz grave.

--- Pues ven a dormir, tu cama es como para tres osos, o sea tres tu --- le dije divertida y haciéndome a un lado un poco.

Alec no lo pensó cuando se lanzó a la cama y se quedo a un lado mío boca abajo, con sus manos bajo su almohada y su cuerpo relajado, este hombre no había dormido ni una hora completa, eso estaba claro, porque si no estuviera completamente agotado seguramente que no confiaría en acostarse a mi lado.

--- ¿Cuánto has dormido, amargado? --- pregunte mirándole.

--- Mmmm como... dos horas... no sé, no llevaba la cuenta --- respondio con la cara pegada a la almohada.

--- ¿Por qué tan poco? No me digas que por cuidarme --- murmure un poco divertida con la idea del amargado cuidando a la pesada que taaaanto odia.

Alec se acomodo y esta vez dejo la mejilla en la almohada, mirando a mi dirección y con el cabello aun mas despeinado. Nunca me creí verlo asi en esa presentación de "adormilado y sin arreglar", sobre todo porque casi siempre lo veía tan presentable y guapo... no digo que ahora no sea guapo, pero es que siempre... aaaaaa.... Bueno...mmmm... ya, lo dejo aquí.

--- Estaba supervisando que no te levantaras y te fueras a ir de nariz al suelo --- respondio un poco divertido, seguro que se imagino la escena y todo.

Asenti, entonces no sabia que hora era, ya que no hbaia ventanas en la habitación, asi que busqué mi teléfono entre las almohadas y las cobijas, hasta que al fin lo encontré en la cobija a un lado mío. No era tarde, era muuuy temprano para mí, eran las 5 y media de la mañana, la noche anterior para mi había acabado a las 10 y tantos, asi que por lo tanto había dormido solo 7 horas, eso quería decir que me faltaban al menos tres para completar mi sueño reparador, o para que no asesinara a alguien.

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⏰ Última actualización: Feb 24 ⏰

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