Historias De Amor, Pasión Y Lujuria (Con Personajes Ficticios)

gabita y las flores de cerezo

La protagonista de esta ocasión es una muchacha recién contratada en una gran empresa en Santiago centro, gabita. Llena de sueños llego hasta Santiago centro a buscar una vida mejor para su hijo, Roger. Y así fue contratada como secretaria.

Se paro frente al gran edificio aterrada sobre como le iría, tomo aliento y dio un paso por la puerta giratoria. Lo qur ella no sabía es que en ese mismo lugar encontraría al amor de su vida

Quedo paralizada al ver a un hombre alto, grande y de pelo rubio, sus miradas tropezaron y lo que al principio parecía ser una mirada fría y dura cambio repentinamente a una de sorpresa al verla entrar. ¿Que acaba de pasar? Se preguntó

Intento concentrarse en su trabajo pero aquella mirada de ese hombre la tenía atontada, no podía pensar en otra cosa, estaba en otro mundo. Tuvo que quedarse más tarde de lo esperado debido a que no puedo terminar todo a tiempo. Al darse cuenta que iba tarde a recoger a su hijo a la escuela felina fue tan rápido como pudo a afuera pero un cuerpo grande la freno, había chocado con alguien.

-por la chucha- se dijo a si misma mientras se levantaba del suelo de a poco
-Oh, perdoneme- le dijo una voz grave que recogió los papeles rápidamente
-no importa, deme eso nom- se había golpeado tan fuerte que no había visto que estaba frente aquel hombre de la mañana
-hola? Señorita?- le dijo el hombre al ver que no tomaba sus papeles
-¿COMO SE LLAMA USTED? SI ME PERMITE SABERLO CLARO- dijo entusiasmada al ver que tenia oportunidad de conocerlo mejor
-Dio brando, un gusto. Y el suyo, bella dama?- le dijo sonriendo
-GABRIELA, ME LLAMO GABRIELA- sin notarlo le acababa de gritar. El reloj de aquel hombre sonó avisando que ya había pasado otra hora y ella cayó en cuenta que era aún más tarde.
-AY ROGERCITO VA A ESTAR TRISTE, PERDONE YA ME TENGO QUE IR- dijo mientras corría
-espere- dijo el Dio sin ningún resultado
-Dio brando....- se dijo a si misma con ternura

Al día siguiente lo busco y lo encontró, pero no de la manera que esperaba. Le estaba gritando a un empleado, ese hombre tierno que vio ayer ya no estaba, pero eso hizo que su corazón latiera mil veces más fuerte
-es un conchetumadre...- dijo con amor

En una de las pausas de los gritos e insultos al empleado cruzo miradas con ella, le sonrió y volvió a gritar. Después de esa breve interacción volvió rápido a su trabajo e intento concentrarse. Unas compañeras llegaron a ella con una carta
-entregale esto al jefe- dijo una nerviosa
-¿Segura? El es malo y la puede tratar muy mal, más si es nueva- dijo susurrando
-puta que se acostumbre- con un susurro enojado

Ella acepto el trabajo y subió hasta el piso más alto, ahí vio una gran oficina decorada, el jefe aun no estaba ahí. Lo espero un tiempo hasta que se abrió la puerta

-Cuantas veces tengo que decirles qu.. oh, eres tu...- le dijo una voz familiar, al escucharla se puso más nerviosa que nunca ¡Se acababa de enamorar de su jefe!
-¿Por que eres tan malo con los demás y no conmigo?- le pregunto nerviosa
-porque en ti vi algo especial, vi que eres igual de mala que yo, que te gusta gritar e insultar, por eso te trato distinto- le respondio mientras le quitaba la carta de las manos
-como así Dio, si usted apenas me conoce- dijo sorprendida por aquellas palabras que acababan de salir de la boca su jefe
-¿eso importa? Gabriela, soy un vampiro metrosexual malvado y el escritor no sabe como llenar esto, yo te amo, quiero invitarte a restaurantes y burlarnos de la gente que se viste feo, comer lasaña y yo cuidare a rogercito, déjame hacer eso- le dijo mientras le acomodaba el pelo
-acepto su propuesta, jefe- dijo nerviosa
-dime Dio- le dijo mientras le besaba la mejilla

Amigos esto me dio cringe