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🍪 ꒰ diecisiete ꒱

Jimin infló sus mejillas y frunció levemente el ceño cuando su hermana mayor le dio un gran regalo al verlo salir de su habitación. Pensó que su regalo solo sería la comida que ella iba a pagar, no esperaba algo aparte, era suficiente con que le dejara invitar a sus amigos.

ㅡEspero que te guste, estoy casi segura que compré los adecuadosㅡsonrió ampliamente, ansiosa por ver que su pequeño hermano abriera su regalo.

ㅡChae, te dije que solo la comida estaba bienㅡhizo un puchero, sintiéndose inevitablemente emocionado por el regalo.

ㅡSé que amas los regalos, quita esa cara y ábrelo.

Jimin sonrió con emoción y se sentó ahí mismo, a la mitad del pasillo con el regalo entre sus piernas; rompió el envoltorio y sacó la caja que había dentro, revisó la caja y la movió para tratar de adivinar que había dentro, segundos después la abrió por fin, y una expresión de felicidad se instaló en su rostro.

ㅡ¡Chae, son zapatos!ㅡexclamó con emoción, se puso el zapato derecho para verlo mejor y le quedó a la perfección.

ㅡ¿Te gustan?

ㅡ¡Me encantan! ¡Gracias, gracias, gracias!ㅡse acercó a abrazarla con fuerza.

ㅡVes, sabía que te gustaría. Pero busca más, aún falta.

El menor se soltó rápidamente y se sentó de nuevo, buscando qué más había dentro, y el brillo en sus ojos apareció al encontrar una linda sudadera lila con estampados de colores. Le encantaba.

Chaeryeong sentía que quería llorar, ver a su hermano tan feliz la ponía sensible. Desde que el padre de él lo dejó sin siquiera preocuparse, había decidido darle todo el amor que no pudieron darle a pesar de ser solo casi tres años mayor que él; muy diferente a la relación de ella con su padre, se veían de vez en cuando y estaba pendiente, no quería ni imaginar cómo sería ser hecha a un lado por su propio padre, a lo mejor Jimin no pensaba mucho en eso, o al menos eso esperaba.

ㅡEres la mejor hermana del mundoㅡsonrió desde el suelo, mirándola con un toque de tristeza en sus ojos.

ㅡLo dices porque soy la única hermana que tienes.

ㅡNo quiero otra de todas formas, no importa que seas muy mandona, igual eres la mejorㅡlevantó su pulgar con aprobación y rió.

Tal vez a Jimin su padre lo haya abandonado, pero con el amor de su hermana y el de su madre, lo tenía todo, no se quejaba, estaba agradecido a pesar de que viviera momentos muy difíciles, no cambiaría a su familia por nada del mundo.

Y es por eso que ver a su hermana lo hacía sentir culpable.