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//Cuando sucedió lo de la máscara maldita, no pudiste hacer nada ya que no puedes pasar el pozo, te quedaste junto con Shippo a esperar a Inuyasha//

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Aome dijo que se iría a por unos días, así que la acompañamos a un pozo y ella saltó, desapareciendo.

- oye Inuyasha, a dónde lleva el pozo? - cuestioné y él se cruzó de brazos

- a la época de Aome - me contestó y comenzó a caminar hacia la aldea

- esperame! - y le seguí

Fuimos con la anciana Kaede y le di mi anterior vestimenta, dijo que lo podía arreglar. Ahora, estaba sola vagando por la aldea porque lo perdí de vista.

- ____! - me giré y vi que era Shippo - aquí estas, quieres? - me extendió una manzana

La tomé de sus pequeñas manos y le di una mordida a la fruta, era dulce.

- está delicioso - sonreí

- verdad? - me sonrió

- oye Shippo, viste a Inuyasha? -

- se fue a reparar la funda de su espada -

- vale, iré con él -

Me fui y con mi olfato, localicé a Inuyasha. Ahora que lo pienso, el olor de Inuyasha era particularmente muy agradable.

Estaba detrás de él, así que tuve la gran idea de saltar sobre él, logrando que se sobresaltara.

- qué- - le vi y vi que tenía las garras lista para atacar - eres tu, salte de encima - dijo y me quitó de su espalda, logrando que me cayera y quedara sentada en el suelo

- auch, se delicado, quieres?, soy una chica, ten consideración - hice un puchero y me senté a su lado

- no digas tonterías, tu?, una chica? - dijo mirándome con los ojos entrecerrados y puse mi mano en mi pecho, fingiendo que me ofendí

- que grosero, a este paso, terminarás solo, no te querrán ni las moscas! - le señalé frunciendo el ceño

- y a mi que me importa - golpeó mi frente con sus dedos y solté un quejido ya que me dolió

- oye tarado!, eso dolió! - sobé el golpe y escuché una suave risa de su parte

Acaso se acababa de reír?

- eres débil - dijo y golpeé su hombro

- eres insoportable -

- si lo soy, puedes irte, no necesito de tu compañía - dijo y ya cansada, tiré de su mejilla - ay!, oye! -

- ahora solo para fastidiarte, no me iré de aquí, perro pulgoso - lo solté y el bufó

- gata descerebrada - murmuró y le miré con enojo

- cómo me llamaste? - formé un puño con mi mano derecha, la cual estaba a su lado, intentando amenazarlo

- chicos, no es momento de pelear! - una pequeña voz nos hizo mirar al suelo, era Mioga, estaba frente a nosotros

- ah, Mioga, hola - dije con una sonrisa

- hasta que apareces - dijo mientras fruncía el ceño

Nunca creí poder conocerte(Inuyasha y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora