La nueva guardia de seguridad | completada - editando. |

Capítulo 3

Abrí mis ojos pero no veía nada, estaba todo oscuro hasta que mire que estaba en una cama así que sentí a alguien a mi lado, hice que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad y lo mire, Vicent estaba con sus ojos cerrados y sus manos atrás de su nuca, mire su cuerpo que este estaba sin camisa, abrí los ojos como platos y grité, se despertó.

—¿Por qué gritas? ¡cálmate!.

—¡¿Cómo voy a estar calmada si estamos los dos en una cama?! Además ¡no traes camisa!.

—No pienses mal, solamente...Eh...Te desmayaste y te traje aquí.

—Claro.

Dije eso como sarcasmo así que me levante de la cama donde me estire y acomode la camisa que aún era de la pizzería, abroche el primer botón que este estaba desabrochado así que metí mis manos a los bolsillos. Vicent se puso su camisa y me miro serio.

—Cuéntame tu historia.

—¿Qué historia?.

—Porque eres así, tan frío y serio ¿acaso no sales con amigos?.

—Yo no tengo amigos, bueno ya sabes, ya que soy un poco extraño.

—Cuéntame más.

—Yo...Era un guardia de seguridad pero vigilaba en los días hasta que, ah...No sé que me paso, robé el traje de Golden Freddy y lo use para matar a unos niños. Sus miradas eran algo que disfrutaba, esos robots son ellos.

Me quedé callada y salí de la habitación, si que era un loco, un psicópata, camine por no sé donde pero mire la pizzería enfrente, corrí a ella. Me senté en el suelo frío así que suspire, miraba a los lados para que nadie me asaltara o algo, Vicent se sentó a mi lado, no hablamos, era un silencio tan incómodo así que gire ni cabeza a verlo, él estaba mirándome así que lo mire a los ojos. Trataba de no verlo pero sus ojos me daban nervios, esos ojos medio grises me daban escalofríos, se acercó pero después se alejo no estaba segura de lo que iba a hacer pero jale el cuello de su camisa y lo acerque a mi haciendo que nuestros labios se juntaran formando un beso, tal vez tendría un sonrojo hasta las orejas, me separe de él.

—Lo siento.

No respondió así que Vicent se levanto pero antes de irse me miro y beso mi mejilla, se fue con las manos en los bolsillos. Algo andaba mal ¿yo enamorándome de un asesino? Eso sería raro y ya lo estaba experimentando.