La Mala Influencia de Izumi Iori

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"¡Izumi iori!"

Su voz sonó amenazante. Su mirada afilada observaba fijamente a la pareja, mientras su dedo índice señalaba al pelinegro.

"¡Eres hombre muerto!"

Demandó con voz fuerte, provocando un ambiente tan denso que todos se estaban sofocado.

"¡T-Tenn-nii!", Riku exclamó, mientras dejaba escapar un leve gemido de sorpresa al estar frente a su hermano y el novio de este.

"Tenn, traquilizate. No hagas nada de lo que puedas arrepentirte". Un asustado Ryuu sostuvo a Tenn por los hombros mientras le hablaba de forma suave para tranquilizarlo. Claramente fallando en el intento.

"¿Esperas que me calme sabiendo que este idiota quiere aprovecharse de mi hermano?" Dijo, mientras se soltaba del agarre del más alto. Ryuu intentó detenerlo de nuevo. Sin embargo, sólo bastó con una mirada del de cabello rosa para detenerse y no intentar nada en contra de este.

"Tenn-nii, no es lo que crees", Riku intentó defenderse mientras se levantaba del regazo de Iori, quien para consternación de todos los presentes estaba sorprendentemente callado.
"Iori y yo sólo estábamos..." no llegó a terminar la oración ya que Tenn lo detuvo abruptanente.

"¡Cállate Riku! ¡Sabes perfectamente  que de no haberlos descubierto estarían haciendo quien sabe que tipo de cosas indecentes en mi sala!"

Tenn estaba histérico. Y mientras seguía dirigiendo miradas amenazantes a su 'cuñado', señaló nuevamente, esta vez a las prendas del pelirrojo: la camisa mal puesta y los pantalones desabrochados que dejaban  ver parte de su ropa interior.

Riku enmudeció ante las palabras de su hermano. Abrochándose los pantalones rápidamente, confirmandole nuevamente a Tenn que sus suposiciones eran verdaderas.

Lo cierto es que ninguno de los jóvenes podía negar las demandas de Tenn.

Esa tarde era una en las que la joven pareja no tenía ánimos de salir a algún lugar en particular. Decidiendo tener una especie de cita en el apartamento del pelirrojo, puesto que Tenn no estaría en casa... o eso esperaban ambos.

Había comenzado todo normal. Nada fuera de lo ordinario, alguno que otro refrigerio mientras ambos miraban alguna película acurrucados uno junto al otro en el sofá de la sala de estar.

No supieron en que momento comenzaron los besos apasionados, mientras el ruido de la televisión se escuchaba de fondo.

Podían dejar de besarse cuando ellos quisieran; no obstante esa intención quedó en el olvido por parte de ambos en el momento en que una de las manos de Iori comenzó a frotar sinuasamente uno de los muslos de Riku, yendo lentamente hasta su entrepierna aún cubierta por los pantalones del chico pelirrojo.

Si bien llevaban ya un año de relación, su vida sexual había comenzado a los pocos meses de emparejarse. Obviamente teniendo encuentros secretos haciendo el menor ruido posible para no ser descubiertos, o simplemente aprovechando los días en los que alguno de los apartamentos estaría disponible sólo para ellos. Esperaban que fuera el caso en esta ocasión.

"I-iori... ah..." Riku jadeo, mientras hacía un intento por detener al otro.

"A-aquí no... no podemos..." su voz se cortó cuando los labios de Iori volvieron a unirse con los suyos en un beso acalorado.

Riku correspondió, ambos abriendo aún más su cavidad bucal mientras disfrutaban de un beso húmedo.

Se separaron cuando sintieron que necesitaban del oxígeno, siendo un fino hilo de saliba que los unía, el cual se rompió en el momento en que Riku arqueó la espalda ante el placer que sintió cuando Iori apretó suavemente el bulto semiduro en sus pantalones.

La mala influencia de Izumi Iori. (Ioriku AU R18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora