❏ Ten

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Karl e Iván comenzaron a salir luego de eso, Rodrigo solía verlos de lejos, se había distanciado de Iván, él ya había encontrado amor en otra persona

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Karl e Iván comenzaron a salir luego de eso, Rodrigo solía verlos de lejos, se había distanciado de Iván, él ya había encontrado amor en otra persona.

No le gustaba acompañarlos a sus citas, se sentía mal e indebido, pero ver a Iván más feliz que nunca, sonriendo y recibiendo cariños lo podía.

Pasaron varias semanas hasta que fue el momento de la última muestra de baile que él vería.

Vio a Iván siendo alentado con besos por parte de Karl, y yendo al escenario con una sonrisa, que tuvo que borrar al posicionarse.

De sorpresa, él fue hacia el escenario también, llevaba la maya de baile color negra, la única que tenía que había usado en las pocas clases de baile que había asistido.

Iván lo miró sin entender, sus ojos alzados con sorpresa, parecía que quería decir algo, pero estaba por empezar.

Rodrigo sonrió y extendió una mano hacia él, siendo el primer paso de la coreografía, el menor la tomó, moviéndose lentamente hasta encontrarse, con el principio de la canción sonando en todo el lugar.

La melodía de una suave guitarra eléctrica, de un piano, de una guitarra acústica, y la voz del cantante, que parecía recitar memorias de ambos mientras se dejaban llevar por el baile y el momento.

Iván cuestionó con su expresión, una sonrisa había aparecido en su rostro, y Rodrigo sólo respondió un "Bailas horrible y tengo que venir yo para hacerte quedar bien" haciéndolo reír.

El baile estaba lleno de pasos donde debían estar bastante juntos, tenía piruetas y vueltas que Rodrigo no llegaba a hacer, pero podía improvisar, había practicado la parte que se había inventado para él mismo, y estaba orgulloso y feliz de que saliera a la perfección.

Bailaban a la par, como si uno fuera el espejo del otro, aunque debían reconocer que Iván era el que le salía mejor, y Rodrigo estaba demasiado ocupado admirandolo como para que eso le importara o lo afectara.

Iván se sentía más que completo bailando, estaba dando lo mejor de sí y no se estaba dando cuenta, porque él solo se dedicó a pasarla bien a la par de Rodrigo.

Iván estaba sonriendo ampliamente, feliz de que su exnovio que tanto amaba se le uniera en su baile, en su dueto secreto, y eso se notaba en cada uno de sus movimientos, en la energía de pura alegría que llevaba cada fibra de su ser.

Cercano al final, con la canción volviéndose lenta, con un suave piano sonando, volvían a pegar sus cuerpos,  e Iván lo miró con una sonrisa genuina en sus labios, con Rodrigo entre sus brazos, el mayor mantenía sus manos en su cintura.

— Será nuestro último baile— dijo el mayor, haciendo que la sonrisa de Iván se borrara—. Ya no me necesitas aquí.

Iván negó, sus cuerpos seguían al baile, aunque estaban muy lejos de aquel escenario.

— Estarás bien, Iván, él te ama— dijo el castaño—. Y yo también te amo.

— Yo-

— No digas nada— lo cayó el mayor, negando—. Yo debo irme, Iván, ya estás a salvo, no hay ningún asunto pendiente... Te estaré esperando del otro lado.

Lágrimas comenzaron a caer por el rostro del pelinegro, y por primera vez, Iván se dio cuenta que Rodrigo era transparente, comenzando a ver los rostros de sorpresa de los jueces, del publico y de su profesor a través de él.

Había logrado la mejor presentación de su vida a ojos de los espectadores, una muestra excelente, nadie había podido dejar de mirarlo.

Y sólo en ese momento Iván se dio cuenta que era el quizás, segundo peor momento en su vida.

Negó, sabiendo que estaba llegando al final del baile, tomó su mano pero está se sentía tan ausente, no sintió el tacto, era como si fuera el aire mismo, un cosquilleo mínimo.

— No te vayas— murmuró el pelinegro, en un susurro, negando.

Lo vió llorar, pero Rodrigo se obligó a sonreír para él.

— Ya es tiempo.

Vio por última vez su sonrisa, Rodrigo murmuró un "Te amo" con sus labios, y la mano de Iván acarició el aire que había dejado vacío, y terminó de romperse sobre ese escenario, mientras el aplauso del público festejaba, lo que para él fueron los últimos momentos con el mayor amor de su vida.

Se abrazó a sí mismo y sólo pudo llorar, cayendo de rodillas, mientras el público hacia una ovación de pié para él, quién se sentía completamente vacío y frío.

☄️

Karl fue hacia él, había pasado un rato donde no había dejado de llorar en el escenario, y no fue sino hasta que se acercó a Iván y terminó abrazándolo, para luego llevarlo en brazos tras el telón que la gente se dió cuenta que no estaba actuando.

Karl lo dejó en una silla y se agachó frente a él, acariciando su cabello, mientras murmuraba cosas bonitas y preguntaba qué pasaba y como podía hacer para que dejar de llorar.

Iván solo negaba y pasó así largos minutos, con el menor consolandolo.

Su profesor de danza fue hasta él con la misma preocupación, le dijo que había sido la mejor presentación de su vida.

— Iván, vamos— murmuró Karl a su lado—. Dime, ¿Por qué lloras? Prometo no decir nada, Ivi bebé.

Iván sólo murmuró un "Rodrigo" y después se sintió que había hecho mal, porque si algo le había quedado del mayor, entre muchas cosas, era no hablar de examores con amores nuevos.

En cambio de cualquier cosa que estaba pensando, Karl lo volvió a abrazar.

— Está bien llorar, Iván, puedes llorar tranquilo conmigo. Él está en un buen lugar ahora, y por más que no lo veas, él está contigo, él siempre estará contigo, Ivi.

>> Y también me tienes a mí, para hacerte compañía, puedes estar bien conmigo.

Iván respiró más tranquilo y borró sus lágrimas, miró a Karl con una ligera sonrisa.

— ¿Estás mejor? — preguntó el mayor, el pelinegro asintió, Karl prosiguió a dejar besos en sus mejillas de forma sonora e insistente, haciendo que el otro riera, sintiéndose más liberado.

Con su medalla de primer puesto, y la copa que se había quedado en el estudio, Iván recibió el premio con una sonrisa.

Al llegar a casa, el silencio lo invadió de nuevo.

Fue a dejar la medalla junto a la foto que tenía de Rodrigo, en la sala.

— Esto es algo que ganamos los dos — murmuró, con una sonrisa—. También te lo ganaste.

Admirando la sonrisa de su lindo exnovio en la foto, dió un salto cuando la televisión se encendió de repente, en el canal de música, estaban pasando la canción "Ghost of you", the 5 Seconds of Summer.

La canción de su baile.

Con una risa, murmuró un "Rodrigo, eres un idiota", antes de ir a la cocina y preparar su comida favorita él solo.

O quizás no tanto realmente.





[Fin]

Ghost of you; rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora