delfín rosa

dos

Tal y como lo habían acordado, se reunieron a los dos días en el rio. Está vez con más confianza que antes.

Por un lado su madre no tuvo mucho problema en dejarla ir, ya que siempre ayudaba más que sus demás hermanas. Solo le advirtió el llegar temprano y no juntarse con gente peligrosa, que no eran muchos a decir verdad pero aún así tenia que tener cuidado.

Ese día había optado por un vestido color rosa suave. La hacía sentir cómoda.

"Hola bonita" Le saludo Taehyung sonriente, igual vestido como lo conoció.

"Buenas tardes Taehyung"

"Te ves muy bonita Jungkook" La miro completa por unos segundos sin intención de incomodar.

"Gracias"

"No es nada bonita, ¿Caminamos?"

"Está bien pero no nos demoremos. La última vez tuve que decirle a mi madre que lave mas de dos veces porque varias prendas se ensuciaron" Menciono avergonzada, obviamente no le diría la verdad, que estuvo con un muchacho desconocido.

"Como gustes bonita, solo recuérdamelo" Entrelazó sus manos lentamente, esperando que no le molestara.

Jungkook dejo que lo hiciera al sentir que su tacto era cómodo.

De esa manera comenzaron a caminar por los alrededores del río. Por supuesto Taehyung era el que más hablaba y preguntaba, Jungkook solo se limitaba a responder o a reir con alguna ocurrencia suya.

Horas despues se encontraban despidiéndose, era noche, no se habían percatado de la hora. Se habían conocido mucho más. A Taehyung  le gusta bailar. Fue a la ciudad en repetidas ocasiones debido a que su hermano vivía ahí. Se consideraba buen bebedor. Sus padres habían muerto hace tiempo atrás. Le gustaba vestirse con traje porque le parecía elegante. Vivía alejado de donde se habían conocido por eso es que no lo había visto antes.

Le había gustado pasar tiempo con taehyung, sentía que podían ser buenos amigos. Volvieron a acordar al mismo lugar en tres días.

Al llegar a su hogar trato de no ser muy ruidosa, mirando a todos lados con miedo de que su madre la haya estado esperándola. No obstante, al revisar está se encontraba dormida. Aquello fue un alivio. Con más seguridad, entro a su habitación, cerrándose inmediatamente.

Se quito su vestido y en su lugar se colocó su pijama. Se acostó y recordó los sucesos de la tarde.

A decir verdad, a pesar de haberse visto solo dos veces ya se había acostumbrado a los apodos cariñosos, ya que lo decía tantas veces que se acostumbro a oírlo.

En el rio, mucho más al fondo se encontraba Taehyung despojandose de su ropa, dejándola perfectamente doblada junto a su sombrero y zapatos. Al quedar desnudo se transformo al saltar en el aire en un gran delfín rosa. Necesitaba regresar a su estado natural si no quería que sucedan inconvenientes. Pasar mucho tiempo en su forma humana podría ser contraproducente, lo había aprendido a las malas con otras chicas.