Capítulo 1

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Estaba súper emocionao por el regreso a clases. Mentira, pero hagamos como que si, mi vieja se la pasa diciéndome que debo disfrutar este año ya que es mi último año en el liceo, me dice que luego de salir estaré estresao con la universidad, pero honestamente me vale callampa, aún quedan meses pa eso y no estoy ni ahí con seguir conviviendo otro año más con estos monos culiaos que se hacen llamar compañeros, pero bueno, habrá que aguantar nomás.

En fin, fui de los primeros en llegar a la sala al igual que el primer día de todos los años, solo porque me gusta sentarme lo más atrás posible y bien pegaíto a la pared pa dormir cuando tenga tuto en clases sin que los profes me cachen.

Estaba esperando a que llegara el kuk para que se sentara al lado mío, pero en eso veo que un cabro al que nunca había visto entra por la puerta de la sala. La verdad no lo pesqué mucho al principio, no hasta que el muy patúo le robó el puesto al kuk y se sentó al lado mío como si fuéramos amigos de toda la vida.

—Oh, perdón, ¿está ocupado? — Parece que cachó que me quedé mirándolo fijamente.

—No no, quédate acá nomá — Me disculpé con el kuk internamente porque por alguna razón no pude decirle que le estaba guardando el puesto a alguien más, el mino era entero tierno.

Pasó una media hora y ya eran las 8 y tanto. El maricón del kuk recién había llegado, tarde, cómo siempre, y el solo me frunció el seño cuando vió que un weon equis estaba sentado a mi lado ocupando su puesto, yo estaba cagandome de risa cuando caché que solo quedaban dos puestos disponibles, uno al frente de la pizarra y el otro al lado del tae el cual probablemente estaba vacío porque se lo estaba guardando al hoseok, su besti quien por alguna razón no había llegado. Miré al kuk de nuevo y el pobre estaba terrible avergonzado ya que por lo que ví, había preferido sentarse con el taetae en lugar de estar al frente de la pizarra, obvio, la wea es q el tae era su ap, el culiao con el que nunca había podido hablar porque se ponía entero rojo cuando estaba cerca de el, creo que le hice un favor después de todo.

Cuando sonó el timbre para el primer recreo el kuk vino directo a mi con cara de weon como siempre.

—Wena po. — le dije.

—Puta yoongi, ¿por qué no me guardaste el puesto si siempre nos sentamos juntos? — taba súper enojao.

—Déjate de reclamar, si igual te hice un favor.

—Pero sabi que me da vergüenza estar con el Tae.

—Eri entero maricón, además tú quisiste sentarte con el y robarle el puesto al Hoseok.— era verdad, ¿que se venía a reclamar si el solito se sentó ahí?

—Ni cagando me iba a sentar al frente, pero ya, igual es mi culpa, no te sigo reclamando.

—Viste si yo siempre tengo razón.

—Callao, aún no me decí por qué no me guardaste el puesto.

—Él cabro solito se sentó ahí, si te lo guardé. — y si.

—Ya y por qué no lo echaste y le dijiste que estaba ocupado.

—El insistió en sentarse ahí, yo si le dije que estaba ocupado. — por favor que me crea.

—No te creo nada weon. — no me la compró.

—Perdónameeee. —hice un puchero —Juro que no se que chucha me pasó pero no pude echarlo.

—Y me decí maricón a mi, parece que te encantó este mino nuevo.

—Uy andai celosa.

—Que eri asqueroso. — me miró con asco. —¿Y ya sabi como se llama?

yoonmin [chilensis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora