❛𝐂𝐫𝐚𝐳𝐲❜ ; 𝗳𝗹𝗶𝗽𝗽𝘆/𝘀𝗽𝗹𝗲𝗻𝗱𝗶𝗱

𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗢: To Survive

• Preface •

【"To Survive"】

Ayuda...

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Despierta agitado, con la frente sudando y el cuerpo temblando. No puede ver nada, la venda cubriendo sus globos oculares no se lo permite, pero escucha, y no precisamente lo que desea.

Los gritos agonizantes le invaden los oídos, no dejan de taladrar su cráneo; se oyen en una habitación lejana, pero la carencia de ruido donde se mantiene en cautiverio solo causa que su audición perciba más allá de lo que desearía.

Y entonces los alaridos se detienen, mas en su lugar, unos pasos pesados hacen eco por los pasillos. Escucha como la puerta se abre, y el rechinar que producen las, posiblemente, botas se vuelve más sonoro.

Pronto siente como alguien le acaricia el pómulo izquierdo, casi tierno diría, si no fuera por la condición que posee; le da un escalofrío, y un jadeo gutural manifesta aquello junto a un temblor sutil.

La mano se dirige a la venda, sin dejar de tocar la fisonomía, y se la quita con cuidado.

Debe parpadear un poco, no se acostumbra aún a la luz. Finalmente puede mantener los ojos abiertos a los minutos, solo un poco, no necesita verse para saber que están rojos.

El agresor le agarra de la barbilla y lo obliga a mirarlo a los ojos directamente. Esa visión dura y gélida le asustaba de sobremanera desde el primer día que la vio.

-¿Me extrañaste, cariño? -pregunta, sereno-, porque yo sí.

Una sonrisa enfermiza se aparece en él cuando ve a su presa a punto de llorar, esos orbes tintados de azul le encantaban, más si estaban teñidos de rojo brillante en la esclerótica y lagrimosos.

-Déjame... ir... -solloza, temeroso, mirándole con aflicción y ansiedad.

Un gruñido contra su cuello es lo único que recibe.

-No. -demanda, severo. Le muerde un poco más el cuello, arrancando otro gemido de dolor a su víctima-. ¿Es qué no lo entiendes?, tú eres mío.

Le manosea la cadera y los glúteos sin pudor alguno, mientras su cuello es damnificado con mordidas rudas que le proporciona, sintiéndose glorificado por cada gimoteo que se le escapa al contrario.

Estaba claro que no tenía escapatoria, además de estar perdido en quién sabe dónde, ese monstruo no le permitiría el derecho de libertad, no mientras siguiera manifestando esa obsesión hacia su persona de esa forma tan impúdica. Solo debía ser fuerte, resistir ante ese infame ente que algún humano desgraciado había procreado.

Sobrevivir era la única opción.