Capitulo 1

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Aclaro que mucha gente comentando de que la historia no cumple con las reglas del libro y las películas, pero cuando la escribí no pensaba realmente en eso, por lo cual si no les gusta la idea pueden dejar de leer esta historia en cualquier momentos. También quería mencionar que los primeros capítulos están mejor escritos porque no hace mucho los edite, para hacerlos más "decentes".

Dicho lo anterior, si gustan pueden comenzar a leer, o buscar otra

Los capítulos editados son aquellos que tienen número en el titulo 

Gracias a todos

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Hace no mucho tiempo en Volterra, Italia, el proclamado "rey de los vampiros" Aro Vulturi luego de siglos de relación con su amada Sulpicia, ambos decidieron que querían formar una familia. Si por más raro que se escuche esa es la verdad, aunque puede que muchos no la crean, pensando en ello, empezaron a tener más encuentros sexuales para tener la familia que tanto añoraban. Parecía algo imposible, luego de varios intentos, sin embargo un día como cualquiera, sin si quiera esperarlo, Sulpicia se enteró que estaba embarazada. Con toda la emoción del mundo en su rostro, empezó a correr donde se amado

-¡Aro!- expresó cansada después de tanto correr, mientras abría de par en par las puertas del lugar
-¡Sulpicia! Amor ¿Que ocurre?- Pregunto preocupado el de cabellos negros, al ver como su esposa había llegado
-Lo logramos, por fin- Mencionó más calmada a la vez que una pequeña lágrima empezaba a resbalar por su ojo derecho
-Me estás queriendo decir que...
-¡Si! Aro, estoy embarazada, tendremos una familia
-¿Seré papá?- Interrogó Aro con notable ilusión en su voz
-¡Seremos padres!- Afirmó la vampiresa respondiendo toda duda del vampiro

Durante el tiempo del embarazo, todo fue muy gratificante, siempre había un buen ambiente en el castillo, todos esperaban ansiosos la llegada de la pequeña princesa. Si, sería una niña, la cual todos ya amaban, sin aún conocerla, todos tenían en claro que esa niña sería muy consentida por todos ahí, de hecho, ya lo era.
Todo estaba listo con antelación para el nacimiento de la pequeña,las cosas de la bebe, ya habían sido compradas, por el mismísimo Aro Vulturi, quien diría que un vampiro con tan cruel y despiadada reputación iría por a una tienda para bebés. Bueno pues ahí lo tienen.
Sulpicia yacía acostada en su cama, con contracciones cada vez más dolorosas y seguidas, a la vez que Aro sostenía la mano de la vampiresa en un intento por calmar su dolor, por otro lado una doctora, checaba a la vampiresa, esperando por el momento del parto que finalmente después de mucho tiempo de espera, dolor y sudor estaba por empezar

-De acuerdo su majestad, es hora de empezar a pujar, así que prepárese, cuando sienta la próxima contracción puje

Sulpicia hizo lo que la doctora indicó, cuando la próxima contracción empezó, ella no dejaba de apretar la mano de su amado, sus gritos a causa del dolor se escuchaban desgarradores, y todos los Vulturis detrás de la puerta del cuarto, esperaban preocupados y ansiosos por el momento al escuchar el llanto de la pequeña.
Varias horas de parto pasaron, hasta que por fin ese llanto tan esperado, se hizo presente en la habitación. Todos afuera de la puerta estaban felices, ante el nacimiento de la pequeña, Aro luego de mucho, soltó la mano de su esposa, para tomar a su bebé en brazos, y así, posteriormente pasársela a Sulpicia

-Hola mi hermosa,soy tu mamá- Dijo con notorio cansancio y alegría, mientras la miraba con un especial brillo en sus ojos
-Cariño, creo que nos faltó un detalle, no hemos escogido el nombre
-Yo, estuve viendo nombres, me gusta Jisel- Mencionó sin dejar de ver a su hija recién nacida
- Yo igual cheque nombres, me gusto Aurora
-Bien, entonces, bienvenida al mundo Jisel Aurora Vulturi, mi hermosa bebé

Sulpicia pasó a su bebé a los brazos de Aro, ella debía descansar después de todo, así que el de cabellos negros, aprovechó para salir y mostrársela a todos afuera

-Les presento a Jisel Aurora Vulturi, mi hija

En ese momento todos se acercaban para ver a la pequeña princesa que yacía en brazos de su padre, Cayo y Marcus fueron los primeros en tomarla en brazos. Todos tuvieron un momento con la pequeña vampiresa, y todos creyeron que fue un momento único y especial

-¡Aro! Unos vampiros en Japón han creado a un niño vampiro, y hay todo un caos por allá-Mencionó un vampiro de la guardia
-Aro, ni tienes que ir, nosotros nos haremos cargo, disfruta tu tiempo con tu nueva familia, te lo mereces después de tanto tiempo intentándolo-
Hablo Marcus, con su calma habitual
-Gracias hermano, pero debo atender mis deberes, si no que clase de rey seré, Jane, te harás cargo de la bebé en lo que mi esposa descansa-Declaró Aro mientras pasaba su hija a los brazos de la rubia

Jane, simplemente tomo en brazos a la princesa, y los 3 hermanos se fueron a prepararse para su viaje a Japón.
El tiempo pasaba, Sulpicia se recuperó rápido y pudo empezar a cuidar a su bebé, Aro había resuelto el problema en Japón, y los tres eran lo que siempre añoraron, una familia. Pero nunca nadie pudo imaginar lo que pasaría ese día.
Los Rumanos estaban atacado el castillo, ¿Por qué ahora y no antes? ¿Qué cambio? ¿Qué o quién los motivó? Eran algunas de las preguntas que nunca tuvieron respuesta.
Todos daban su vida para proteger a la princesa, por suerte para Sulpicia encontró al de cabellos negros pronto, ambos intentaban salir del palacio, con ayuda de varios guardias que los protegían y ayudaban a escapar. Intentaban llegar al bosque para perderlos ahí, pero aún así después de haber llegado, los Rumanos seguían tras de ellos

-No logramos perderlos- expresó con desesperación la vampiresa mientras corría junto a su esposo
-Lo se, escucha Sulpicia, pase lo que pase, no dejes de correr, llega con los Cullen si puedes, Carlisle te ayudará
-¿Qué harás?- Pregunto con una gran preocupación
-Lo necesario para que ustedes vivan, te amo mi pequeña- Y con una última mirada a su hija y esposa, Aro dejo de correr para enfrentar a aquellos que aún los seguían.
Sulpicia quería gritarle que no lo hiciera, que siguiera con ella, pero sabía que no sería una muy buena decisión, así que optó por callarse y seguir corriendo, quería que el sacrificio de su esposo valiera la pena, ella corría algo más calmada gracias a Aro, pero esa felicidad no duraría mucho, no supo cómo ni de donde, pero un Rumano aún la seguía, estaba cerca de los Cullens, solo debía apurarse. Corrió lo más rápido que sus piernas le permitían, perdiendo así un momento al Rumano, momento suficiente para dejar a su hija en la puerta de los Cullens y tocar el timbre.
Ella volvió a su camino, siendo de nuevo el blanco del Rumano, sabía que no aguantaría mucho, el Rumano se acercaba cada vez más, pero debía alejarlo lo más posible de su hija. Hizo su mayor esfuerzo, logrando así llegar a otro estado, donde finalmente fue alcanzada y acecinada por el Rumano, pero ella moriría tranquila sabiendo que logró alejar a ese Rumano de su hija, y dejándola bajo la protección de los cullens. Los cuales no tardarían en saber qué la bebé era una vulturi, después de todo, llevaba una cobija con el característico escudo del clan vulturi, solo espera la cuiden y entreguen a su padre, que desea este vivo para cuidar de su hija. Lamentando haberlos dejado solos
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Ok después de mucho tiempo he decidido escribir como se debe esta historia, de momento les dejo este capítulo y dentro de poco estaré subiendo más
Los amo :3

la hija de aro vulturi [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora