Tú y yo

Tú y yo ~ pasado

Corriendo por los jardines Nagisa, Karma y Akari jugaban a las atrapadas, el pequeño peliazul era quien intentaba alcanzar a sus amigos sin embargo le era un tanto difícil poder seguir el ritmo con el que se movían.

-Uh Akari, Karma ¡Paren!

Le sorprendía la rapidez con la que su amiga podía moverse aún con el vestido y tacones. Akabane la llevaba de la mano lo que de alguna manera le daba ventaja.

Obligó a sus piernas a correr aún más rápido inclinándose en un salto logró rozar la mano de la niña sin embargo, el impulso provocó que perdiera el equilibrio cayendo de frente.
El sonido de su cara chocando contra el piso fue suficiente para que pararan y regresaran hacia donde su amigo estaba tendido.

-¡Nagisa! - exclamaron ambos preocupados agachándose para ayudar al niño a levantarse.

Tenía un pequeño raspón en la nariz y un golpe en la frente, sus ojos comenzaron a enrojecerse por aguantar las lágrimas.

-¿Qué no sabes que debes de poner las manos para no golpearte la cara? - preguntó Karma.

Akari lo miró molesta ¡Si todo esto era su culpa para empezar! Decidió ignorar el comentario de Karma y comenzó a sobar el chipote en la frente de Nagisa sonriéndole cálidamente.

-Bien hecho Akari~ - exclamó el pelirrojo sacando la lengua - aprovechando para seguir la conquista.

Ambos niños se sonrojaron volteando a ver a su amigo un poco molestos.

-¡No somos novios! - contestaron ambos al mismo tiempo.

Karma rió por su reacción.

-¡Hum! - la niña hizo un puchero molesta - deberías de ayudarlo tú también.

Akari le dió un beso en la frente en dónde se había golpeado.

-Ahora tú - señaló al pelirrojo quien se ruborizó.

-¿Yo?

-¡Sí! Estábamos jugando los tres.

Karma analizó por un momento que podría hacer, pararse de puntitas y besar el mismo lugar que la pequeña no parecía agradarle mucho así que, puso una mano en el hombro de Nagisa para hacer que se agachara un poco dándole un beso en la nariz.

-Ya ves no pasó nada y Nagisa está más tranquilo.

Ciertamente Nagisa parecía más calmado aunque aún le dolía el cariño de los besos de sus amigos apaciguaba un poco las pinchazos de dolor proveniente de los golpes

-¡Amo Nagisa!

Un grito de angustia los asustó, era una sirvienta que asustada se acercó para revisar al niño.

-Fue un accidente, me caí yo solo - dijo Nagisa tranquilo.

La señorita llevó a los tres al interior del palacio para poder curar al peliazul, a pesar de la explicación de Nagisa los otros dos pequeños fueron regañados por jugar de manera "brusca".

Debido a ello Nagisa se sintió mal con sus amigos.

-Lo siento mucho

Estaban sentados en una de los balcones del palacio principal tomando el té y la merienda.

-No te preocupes Nagisa si de alguien es la culpa es de Karma - dijo la pequeña amorosamente.

Karma abrió los ojos sorprendido e indignado.

-Entonces no volveré a jugar con ustedes - comentó un poco molesto.

Akari rió por lo bajo celebrando el molestar a su pelirrojo compañero.