Lo que nadie ve [Yaoi] [Beelniko]

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Nikola Tesla es un Alfa de tan solo 21 años, sus cabellos castaños son parecidos al otoño en su mejor momento y sus ojos azules con tonos verdosos hacen que cualquiera quisiera quedarse a apreciarlo hasta no poder.

Un chico que a su corta edad trabaja en el castillo del Rey como guardia, maestro y sirviente del único heredero a la corona Beelzebub.

Su día comienza cuando los rayos del sol pegan en su rostro, está acostumbrado a levantarse temprano por lo que no necesita despertador, se baña y se coloca un traje color azul con detalles dorados por los bordes, se dirige a la habitación del príncipe donde aprovecha un momento para admirar su rostro, el mejor que nadie sabe que aquel príncipe que todos admiran no era así al principio.

El príncipe Beelzebub desde una temprana edad era considerado por sus tutores como un niño listo, aseguraban que pronto podría pasar a clases mas avanzadas o incluso con más dificultad pero esto no era muy llamativo para un niño de tan solo 10 años que solo buscaba hacer amigos o salir de ese enorme castillo.

Aveces salía a los jardines del castillo solo para pasear pero siempre era vigilado por guardias o caballeros enviados por sus padres.

Sus padres como era de costumbre no le prestaban atención, el rey solo se quedaba horas en su oficina atendiendo deberes reales mientras su madre atendía problemas relacionados con los súbitos, así será su día a día por lo que regularmente se iba a jugar con sus mejores amigos, estos eran hijos de algunos de los guardias de mayor confianza del rey por lo tanto no había problema en dejarlos a solas.

—Vamos a dar un paseo en caballo dijo Lucifer a los demás quienes asintieron con emoción

Beelzebub no estaba tan convencido de aquella sugerencia pero al ver la alegría en sus amigos supuso que sería divertido o incluso emocionante en comparación a la soledad que ofrecía el castillo así que decidió ir.

Fue la mejor desición, era un jinete diestro pero lo que de verdad Beelzebub buscaba era un poco de libertad, así que salió de noche, sin guardias, termino deambulando en el bosque, pensó que podría aprovechar esa oportunidad y salir del reino.

La idea de huir en ese momento era tentadora ya que de esa forma no tendría que ser rey o tener alguna responsabilidad con el reino como la tenía su padre.

Al menos así lo imagino hasta que un golpe de realidad lo detuvo, no tenía a dónde ir.

—¿Estás perdido?

Beelzebub vio a un niño de cabello castaño que le llegaba hasta sus hombros, sus ojos tenían una tonalidad azul o verdosa que brillaban aún en la oscuridad.

Decidió solo ignorarlo y pasarlo de largo para continuar su camino pero escucho como el chico le seguia.

—¿Estás perdido?