Bésame Mucho (Parte Única)

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Aclaraciones:

*El contenido aquí presente es de mi autoría, no se permite adaptarlo o resubirlo a ninguna plataforma a menos de que yo lo permita.
*Los personajes usados aquí NO me pertenecen, le pertenecen a LEGO.
*El Drabble transcurre en el último capítulo de la 4ta temporada de LEGO Monkie Kid (TE RECOMIENDO NO LEER ESTE DRABBLE SI NO ESTÁS AL DÍA CON ELLA PARA EVITAR LOS SPOILERS)

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Había fallado en lo que era mi deber, aquello para lo que fui entrenado y capacitado durante tantos años, para que al final, por el arrebato de un viejo sueño sin sentido de unos cuantos, todo lo que debía de proteger se redujera a nada más que polvo y unas cuantas sombras. Yo era el único que quedaba en pie, él único que pudo haber tratado de hacer algo para detener toda esa locura y sin embargo aquí estaba, a merced de mi propia angustia y decepción mientras mis heridas eran tratadas por Sandy, la reencarnación de Shang y aparentemente el que mejor sabía tratar las heridas dentro del grupo. Pese a eso y las constantes sugerencias de que debía de descansar debido las múltiples heridas que había sufrido a las manos del Águila Dorada, había una gran parte de mí que se oponía ante de la idea de guardar reposo; debía de mantenerme en pie, resistir ante el dolor y el cansancio como el Tercer Príncipe del Loto, como Nezha y guerrero que era. Por eso trataba con todas mis fuerzas el poder levantarme, todo con la intención de caminar fuera de la habitación en la que estaba para ser de utilidad para el rescate de Sun Wukong.

-¿Nezha? -una cara familiar se reveló una vez se levantó la cortina que me otorgaba algo de privacidad dentro de la habitación en la que había sido confinado. Mi cuerpo se había detenido en su lugar, sin aliento y con vergüenza de haber sido encontrado en un estado tan lamentable-. ¡Nezha!

Pronto fui socorrido por el aprendiz del Rey Mono, el hombre que había derrotado a Lady Bone Demon y el que había regresado la estabilidad que se le fue arrebatada a la tierra durante su corto periodo de reinado; el mismo que, de alguna manera, estaba irrumpiendo mi concentración durante mis sesiones de meditación. Cuando mis pies abandonaron el suelo fue que llegó a mi la sensación de volver a tener conciencia, ahora haciéndome saber que estaba siendo alzado por el heredero del bastón sagrado y, aunque mi única intención era el alejarme para mostrar mi oposición al ocio, después de tanto esfuerzo mi cuerpo ya no hallaba las suficientes fuerzas como para mantenerse en pie. Terminé rendido, sintiéndome patético entre sus brazos por demostrar este tipo de debilidad ante él siendo quien soy y lo que represento.
En silencio fui devuelto a la suave superficie de la cama dejando que la vergüenza fuera lo único que predominara en cada parte de mi adolorido cuerpo. No se supone que yo deba ser rescatado, yo era el guardián aquí y aun así siempre aparecían ellos para terminar resolviendo el problema desde la raíz mientras que yo, con suerte, esperaba ser de algún tipo de ayuda. Pues, aún si ya había pasado un tiempo de eso, seguía reprochándome el no haber podido hacer más cuando Wukong terminó bajo el control mental; había terminado fuera del combate mucho antes de tan siquiera haber podido empezar, dejándome como un imprudente, como alguien débil.

-Nezha.

El tono que usó para decir mi nombre hizo que mi corazón se encogiera en su lugar haciendo que inmediatamente mi mirada se posara sobre su persona, buscando algún indicio de heridas en su cuerpo; lo único que encontré fue preocupación, y una gran mirada llena de una profunda sensación de culpa. Quería decirle algo, quería muy desesperadamente el hacerle saber que yo entendía el porqué de sus acciones pese al gran descontento que había presentado en un inicio y que mi negativa ante la idea de abandonar el campo de batalla era más un tema de honor o de deber que el estar realmente enojado. Traté de hablar, de hacerle saber algo, pero había tanto que decir y hablar en ese momento que sentía que nada de lo que pudiera decir era capaz de ayudar a la persona que estaba frente a mí.

-MK... -murmuré tratando de comunicar al menos una cosa de los miles de pensamientos que pasaban dentro de mi mente-. Yo-

-Lo lamento -pronunció de manera apagada mientras observaba como una de sus manos rascaba detrás de su nuca como un claro gesto de nerviosismo-. Sé que era tu deber, pero tampoco podíamos permitir que perdieras la vida así. El quedarte solo habría terminado contigo y eso solo habría sido otra victoria para ellos -fue entonces que una de las manos de MK se postró de manera gentil sobre la mía mientras me sonreía con suavidad haciendo que mi pecho se sintiera un poco más ligero que antes-. Necesitamos estar juntos ahora, así vencimos a Lady Bone Demon y sé que podemos contra esos tres de la misma manera.

Un pequeño suspiro abandonó mis labios pidiéndole a Buddha que así fuera, porque ahora el futuro era incierto para cada uno de nosotros siendo que aún necesitábamos descubrir cómo liberar a Sun Wukong de su encierro y ver por una manera de acercarnos al Palacio Celestial sin morir en el intento. En cambio, ante lo que llega a ser esperado de mi persona, mi mente ahora no estaba elaborando planes o estrategias para asegurarnos una especie de victoria o lo más cercana a ella; todo porque, de alguna manera, la mano que yacía sobre la mía había dominado cada parte de mi pensamiento racional, llenándola con esa sensación cálida que emitía contra el dorso de mi mano, haciéndome sentir una gran necesidad de tomarla y regresar esa seguridad que me brindaba con la misma fuerza que sentía en ese momento. Y titubeé durante un largo rato, hasta que me permití aquello que tanto miedo me daba expresar, aquello que tanto me había estado guardando desde que tuve la oportunidad de poder fraternizar de manera genuina con otras personas además de los guardias del palacio. Aquello que sentía desde que lo había conocido a él y la razón por la que meditar empezó a volverse difícil.

Agarré la mano de MK permitiendo que todos esos sentimientos salieran por sí solos, teniendo la esperanza de que mis acciones pudieran hablar lo que yo no era capaz de expresar con mis palabras. Dejando que mis dedos acariciaran su piel con gran parsimonia.

-Está bien -la seguridad de mi tono no contrastaba con la forma en la que no le daba la cara en ese momento, mucho menos con los nervios que sentía en ese momento-. Solo espero que tengan razón, no podría con la idea de perder a alguien más en esta pelea. Puedo permitirme perder, el morir por mi deber es algo a lo que me acostumbraron y algo de lo que estoy dispuesto a hacer con tal de asegurar la paz del Plano Celestial...aunque me temo que no soy capaz de perder a más personas en esto.

No puedo perderte a ti. Eso era lo que realmente quería decir, estaba dispuesto a morir por deber, pero si lo veía desvanecerse de la misma manera en la que el hijo de Demon Bull King había sido absorbido por el pergamino, me temo que podría morir allí mismo. Cerré mis ojos, sintiéndome abatido por el sentimiento del miedo creciendo en mi estómago, porque si yo había estado a punto de morir a manos de Dapeng ¿qué les quedaba a ellos? Es más ¿sería lo suficientemente rápido esta vez para evitar que se llevaran a él o simplemente quedaría sobre mis rodillas hasta verlo irse en manos de Azure? ¿sería yo lo suficiente tan siquiera?

El trance en el que me había sometido ante la negatividad de mi mente fue abruptamente irrumpido por el íntimo tacto que me ofrecía el hombre que se encontraba a mi lado. Lo tenía tan cerca, mirándome de la misma forma en la que Chang'e miraba más allá de la luna y las estrellas, con anhelo y un cariño oculto del que ya no era un ignorante. Y entre sus manos, entre sus caricias y miradas fui domado hasta simplemente dejar que mis propios deseos salieran a la luz. Demostrándolo en la forma en la que mi rostro descansó en su palma de su mano, mientras rogaba a los cielos por el que no estuviera malinterpretando sus acciones a causa de mis propios sentimientos hacia su persona.

Mis labios fueron los siguientes en demostrar debilidad, pues, antes de que pudiera impedirlo, me había encontrado a mí mismo acariciando con ellos la piel de la mano de MK. Una muestra de devoción, del más puro amor hacía un amante, porque eso es lo que deseaba yo, ser su amante, tener el placer de amarlo y cuidar de él con todas mis fuerzas. Las acciones que estaba cometiendo eran simplemente para hacerlo saber, para dejar que mi corazón dijese lo que tuviera que decir sin esperar nada a cambio.

Pronto supe que no era el único en ese estado. Al menos ya no más una vez sus labios se habían unido a los míos con tantas ansias. Era correspondido, correspondido de la misma manera en la que yo lo amaba. 

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N/A: ¡Muchas gracias a  MephyAvo por comisionar este hermoso Drabble! Sin ella este Drabble no hubiera sido posible :]

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Bésame Mucho (Lotusnoodles Drabble [Comisión])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora