𝟷𝟷 : 𝟏̲𝟏̲ ︰지오
—"Debe relajarse Sr Seo, está muy estresado últimamente"—
No sabía el nombre de aquella mujer que vendía su cuerpo, pero dejó que la desconocida chupara su miembro a su gusto.
—No, no, para mujer— hizo una mueca de asco, tomó a la mujer por uno de sus hombros haciendo que se alejara de sus pieles. Acomodó su bóxer y terminó de subir su pantalón volviendo a su escritorio. Si, estaba algo estresado, pero no buscaba la "consolación" de alguien, mucho menos de una mujer.
—Ni siquiera se te paró, que asc..— Changbin descargó una bala sobre la cabeza de la mujer, cayendo natural y definitivamente al suelo. Seo guardó aquella pistola con las demás armas, en una vitrina que tenía con su nombre tallado sobre los vidrios. Ordenó a algunos de sus hombres a que se llevara el cuerpo y limpiara el desastre que el mismo ocasionó hace tan solo unos segundos.
—Enseguida, Señor— uno de sus hombres dijo, limpiando enseguida la sangre y quemando el cuerpo de la mujer para que no quedara resto de esta.
¿Quien era él, y por que tanto miedo?
Se trataba de Seo Changbin, uno de los criminales más buscados en todo el país de Corea y Estados Unidos. Un gran mafioso y narcotraficante más escuchados en las noticias de todo el mundo. "Al que todos le temían", incluso la policía. Pues, sea como sea lograba y obtenía lo que quería, menos... menos a alguien, un hombre. Pues, tenía gustos diferentes a los hombres "normales", les gustaba gente de su mismo sexo, y no cualquiera sinó menor que él. Era un hombre millonario, joven con 23 años y homosexual. Era hora de tener a un puto hombre consigo. ¿por que era tan difícil de hallar?
Pero esta pregunta fue respondida desde que este chico llegó a su vida.
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—El lugar debe estar por aquí— Dijo Yang Jeongin, un joven de 19 años, quien recientemente echaron a la calle, ya saben, problemas comunes con sus padres. Era un chico problemático, perezoso, siempre estaba metido en problemas; un dolor de cabeza.
Aparte era Homosexual.
Chocó contra algo raramente duro, sus manos estaban sobre los pechos de un "desconocido" hombre, hicieron contacto visual por un par de segundos y luego el menor se apartó. —perdone, ¿señor?—
Aquel individuo siguió como si nada, subiéndose a una camioneta que lo esperaba a solo pasos de allí.
—Que raro, sexy, pero raro— Jeongin sobo sus manos. —Damn, esos pectorales eran tan..— Fue interrumpido, se dió cuenta que se encontraba en el burdel más conocido de Corea, el burdel y bar 'ℕ𝕚𝕘𝕙𝕥𝕨𝕚𝕤𝕙'.
—Yang Jeongin, ¿no?—
—Si, soy yo, usted me contrató porque mis pasos de baile le gustaron.
—No mentí, eran demasiado sensuales, ganaremos mucho dinero contigo si te portas bien— Invitó a Jeongin a pasar y estos entraron al mismo tiempo.
—Alaverga, tantos culos hay aquí— observó el lugar con detenimiento, era enorme y era como un "palacio" para el. El olor a alcohol no era tan fuerte, o era porque aún no había ningún cliente. Fue llevado a los vestidores, dónde habría lencería casi infinita, porque eran demasiadas, de varios colores y tipos.
—Dime joven Yang, ¿como aprendió a bailar así?— preguntó el anciano gerente y dueño del lugar.
—Bueno, algunos nacemos con 'dones', Jeje..— rió nervioso, guardaba algo y era que hace algunos meses, bailaba para señores por dinero. Hubieron algunos que le incitaban a tener sexo pero jamás aceptó. Seguía virgen tanto por delante como por atrás. Pero dentro de poco ya no lo sería, claro que no.
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—¿Averiguaste a ese chico?— Seo Changbin enarcó una de sus cejas, cruzando sus dedos jugando con un par de ellos. Estaba sentado sobre su escritorio, mirando directamente a uno de sus trabajadores más personales, investigadores.
—"Yang Jeongin", 19 años, fue corrido de su casa apenas hoy por conflictos familiares—
—Uhmm... ¿como es su vida sexual?
—Es totalmente virgen, solo bailaba para los hombres para conseguir algo de dinero, ahora trabajará en aquel burdel—
—Lárgate—
Aquél entonces de retiró de la oficina de Seo Changbin, cerrando la puerta.
—Chico, ¿que has hecho?— se paró o miró por la ventana, tomando un cigarrillo de uno de sus bolsillos prendiendo lo al instante. Dejó escapar el humo de su boca. —Tienes que ser para mi, y solo para mi...—
¡Chan, Chan!
¿Que creen que va a pasar?
Esta historia Jeongin me la pidió alguien y ojalá la vea.
Mañana segunda parte!, o talvez me demore un poquito más.
BYE!!