Danmachi: Inmortal flame

Introducción

*acción*

- Pensamiento/hablar en su mente -

<Objeto> Ejm: <Lanza>

Solo eso por ahora...

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Regresemos unos meses atrás, justo cuando Meteria estaba en las últimas... Dejaría este mundo muy pronto, Alfia, quien era su gemela, estaba al lado de esta con la cabeza agachada no podía ver a su hermana en ese estado tan delicado, se sentía inútil, sabía que no podía hacer absolutamente nada y eso la hacía estar inquieta.

En el costado izquierdo estaba Hera, que sostenía la mano de Meteria con suma delicadeza, se le podía notar su gran expresión de tristeza, no se arrepiente de haberle dado su falna para que pudiera vivir por más tiempo, ella sabía que este momento llegaría, sólo intentaba retrasar el evento, y vaya que lo logro.

Justo hace dos años, Meteria dio una nueva vida a este mundo, un niño, su caballero era tan blanco como la nieve, como una alma pura, esos ojos de color carmesí, que eran tan bellos como dos gemas... Rubíes para ser más exactos. El niño no lloro al momento del parto, sólo tenía una expresión de seriedad en su rostro, desde ese preciso momento tanto Alfia como Zald, quienes se encontraban presentes en el lugar, sabían que este niño iba a hacer especial, se miraron simultáneamente y asentieron sus cabezas, ellos iban a hacer que este pequeñin sea alguien de renombre en un futuro no muy lejano, con tan solo pensar en eso, sonrieron mientras su mirada se dirigió hacia el recién nacido que sostenía Meteria en sus brazos mientras el bebé le sonreía a su madre.

Zeus quien estaba presente en el lugar, solo sonrió con orgullo, desde ese preciso momento sabía que el pequeño tenía un gran futuro por delante.

- Apenas naces... Y me haces estar tan orgulloso - Exclamó Zeus con una sonrisa mientras se aproximaba al lugar donde estaba Meteria.

- Entonces, ¿Qué nombre le pondrás? - Habló Alfia, con suma delicadeza.

Meteria al escuchar la pregunta de su hermana, rápidamente dirigió su mirada a su hijo que la miraba con una sonrisa.

- Bell... Ese será su nombre - dijo Meteria acariciendo la cabeza del ya nombrado Bell

- Je, este chico será grande - Zald habló con su típica sonrisa mientras era observado por los presentes

Zeus tomó al pequeño Bell, arrebatandolo de los brazos de su madre.

- Bienvenido al mundo mortal, Bell Cranel... -

Todos se sorprendieron por la tan repentina acción del dios, Zald se acercó y cargo a Bell. Todos estaban alegres por esta bendición.

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Y así transcurrieron 3 años, solo 3 años le bastó a Bell para que pudiera a hablar, no tan especializado, pero sabía lo básico como para entablar una conversación algo corta. Se notaba a lenguas que era un prodigio. Mientras el se mantenía saludable y fuerte, en el caso de Meteria, era lo contrario, cada ves se sentía más debelitada, empeoró justo 4 días después de que bell cumpliera 3 años, ahora no se podía ni hacer algo tan sencillo como levantarse de la cama.

Tanto ella como los demás sabían que iba a suceder tarde o temprano, la enfermedad le iba a ganar esta dura batalla perdiendo su vida a cambio.

- Tsk... Maldición - dijo Alfia apretando sus puños fuertemente -

- Tranquila Alfia... Era algo que tarde o temprano iba a pasar... - Meteria habló mientras miraba a la mencionada - Solo les pido una cosa... Cuiden de Bell por mi, estén con el en todo momento, levantenle el ánimo cuando esté triste, estén en sus momentos buenos y malos... Pasen el tiempo con el, el tiempo que yo no podré pasar con el...