Bakugo tiene un secreto y es que desde pequeño le ha encantado el patinaje sobre hielo, entrenó ganó y perdió algunas competencias gracias a su segunda identidad como Yuri Plisetsky, conoció a varias personas, pero después de un año dejó ese sueño a...
Yuri caminó un rato y pudo apreciar la belleza a su alrededor pues no había notado que en la entrada estaba rodeada de muchas flores cada una diferente, pero muy bellas, se entretuvo tanto que no se dio cuenta que chocó con alguien y casi se cae, pero gracias a los buenos reflejos de aquella persona, no pudo caer... ya que este lo sostenía de la cintura y de su mano como si estuvieran en una especie de baile.
-Vaya, siempre creí que los ángeles deberían estar en el cielo, pero parece que tengo suerte porque ha caído uno a mis brazos...
-¿Eh?
Yuri observó rápidamente a esa persona pues reconocía esa voz era... JJ
-Hola nuevamente mi bella dama o debería decir Yuri-chan~♡- dijo galantemente mientras se acercaba cada vez más a Yuri.
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Tan cerca como para percibir su perfume.
-Deberías tener más cuidado al caminar, Yuri-chan~♡, a menos a que te guste que te rescaten- susurró cerca del oído de el rubio.
Yuri ya estaba a punto de darle un puñetazo en la cara de JJ, pero sus planes fracasaron cuando Jean sonrió descaradamente al ver el rostro rojizo de Yuri, aunque no sabía bien si era por furia o vergüenza del rubio, así que lo soltó suavemente mientras que el rubio se apartaba muy molesto reclamándole.
-¡Eres un maldito idiota!, ¡imbécil!, ¡¿Quién mierdas pidió tu ayuda?!, ja ¿rescatarme? no jodas, además ¡¿qué demonios haces aquí, maldito idiota?!- gritaba un rubio enojado.
JJ estaba más que feliz de escuchar la voz de aquel rubio
-Siempre tan amigable, Yuri-chan- dijo JJ provocando aún más enojo por parte del rubio
-Solo responde la maldita pregunta!- vociferó Yuri
-Pues básicamente estoy aquí para patinar y prácticar mis saltos, además de que este año ganaré en la competencia del Grand Prix- dijo feliz.
-Ah?, ja no estes tan seguro cabeza de maple, porque este año ganaré YO- refutó el rubio enojado quedando cerca del canadiense casi encarandolo .
Pero de pronto se escuchó una voz interrumpiendo aquella "plática", a lo consiguiente ambos patinadores voltearon para ver de quien se trataba.
-¡Jean!..¡Oh, ahí estás!¡sabes que tenías que entrar a la pis...-regañaba Alain el padre y entrenador de JJ hasta que detuvó sus palabras al ver a...
-Yuri Plisetsky...-dijo algo impresionado pues este no sabía que estaba en Japón.
-Hola, señor Leroy- saludó lo más educado que pudo, pues sabía que debía que respetar a todos los entrenadores de la competencia, aunque claro hay algunas excepciones como Yakov o el estúpido de Victor.
