Eras tú [FreenBecky]

Primera parte. Capítulo X. Sparks fly.

—¿F-Freen?— mi voz sonó como un suspiro, en un principio pensé que no me había escuchado, pero contestó a mi llamado y se acercó rápidamente a mí colgando su llamada —¿qué... pasó? ¿Dónde estoy?

Freen negó con la cabeza, una amplia sonrisa y lágrimas en sus ojos, se acercó aún más para abrazarme, lo que me provocó un ligero gemido de dolor —perdón, perdón, es sólo que...— las lágrimas se derramaron por sus mejillas, pero su sonrisa era demasiado amplia —me tenías tan preocupada.

No entendía en ese momento el porqué Freen se encontraba llorando y abrazada a mí. Fue unos minutos después, cuando se había tranquilizado y me había conseguido algo de comida con una enfermera que logré entender que había pasado varios días en el hospital. Eran cerca de las cuatro de la madrugada y notaba las ojeras bastante marcadas en el rostro de Freen, me preguntaba cuánto tiempo pasó desde la última vez que logró dormir debidamente, pero para ese momento apenas podía mencionar palabra. Mi garganta raspaba cuando siquiera respiraba y todo mi cuerpo se sentía adolorido, pero ya no quería dormir, no me sentía cansada.

Tras mi comida Freen se quedó dormida en mi regazo, había acercado una silla para sentarse al costado de mi camilla con la cabeza recostada entre sus brazos, los cuales se encontraban apoyados en mi camilla. Me quedé mirándola pensando en cuándo fue la última vez que durmió así, se miraba tan cansada, sus ojos parecían los de un mapache debido a esa marca tan oscura debajo de sus ojos.

Acaricié su cabeza.

La amaba demasiado.

🍃🍃🍃🍃

Habían pasado varios días desde el accidente, después de despertar me llevaron a casa porque no había necesidad de tenerme internada, eso sí, no había vuelto a la escuela, tenía un brazo vendado y una pierna totalmente enyesada por lo que moverme era complicado. Min iba a visitarme casi diario saliendo de la escuela y me ayudaba con los trabajos y tareas, pero al irse volvía sentirme frustrada, ¿en serio iba a pasar mi cumpleaños así?

—¡Freeeeeen!— grité mientras daba vueltas en la silla de ruedas en la que me encontraba. Freen, quien se encontraba en la cocina, asomó su cabeza sin decir palabra alguna, sólo me miraba con una sonrisa mientras daba vueltas —ya no quiero estudiar— terminé diciendo cuando paré de girar.

—Tienes que estudiar, dentro de poco será el examen de admisión a la universidad y, después de haberte negado a la opción de estudiar en el extranjero, lo que menos puedes hacer por mí es entrar a la universidad nacional.

Después de discutir bastante había optado por la carrera de derecho y, en realidad, me encontraba más cercana a Freen que nunca, era obvio que no quería irme a otra ciudad, menos a otro país. Quería estar con ella.

—El sábado es mi cumpleaños...— dije con intención de que ella me dijera algo al respecto.

—Ajá— no era lo que esperaba...

—¿Harás algo para mí?— me fui acercando lentamente con mi silla de ruedas hacia la cocina y me la encontré recostada en el refrigerador mirando a la nada mientras mordía su labio. Al verme recobró la postura y me sonrió.

—¿Qué deseas, pequeña?

A ti...

—¿Un pastel quizá? Podría ser algo entre nosotras... una comida y un postre dulce, como un pastel.

—¿Nosotras? ¿No quieres invitar a Noe y Min?— me quedé unos segundos en silencio pensando para luego asentir con una sonrisa.

—Pero luego podrías quedarte conmigo y hacer algo, como en los viejos tiempos, sólo nosotras— ¿qué me pasaba? ¿no podía ser menos obvia? Algo así como una seductora misteriosa que siempre te deja pensativa por cuál sería su siguiente movimiento, pero claro que no, terminé pidiendo un tiempo a solas con Freen.