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Cuando Minho iba saliendo de su hogar, choco con Jisung, quien apenas iba a introducir la llave en la puerta.
―Bu-buenos días señor Lee. ―hablo primero Jisung
Minho reprimio una sonrisa, el aroma de Jisung había estado mas presente en esa casa, y no era algo que le molestara, a veces lo sentía confortante. Incluso admitía que cuando el Omega se iba, su aroma desaparecía un poco, y le hacia sentir inquieto.
―Buen día Jisung, los niños se estan preparando para la escuela y Solar hace el desayuno. ―dijo saliendo por completo de su hogar.
―De acuerdo, iré enseguida. ―Minho asintio dispuesto a irse, entonces Jisung recordo lo que había ya decidido― Oh, por cierto, señor Lee. ―el Alfa lo miro― Ya decidí, sobre si permanezco aqui o... Rechazar el trabajo.
―¿Rechazar? ―pregunto empezando a sentir algo en su interior que movió causándole inquietud. No había referido nunca a que Jisung rechazara el trabajo.
―Sí, es difícil trasladarme de mi casa muy temprano hasta aquí y después salir muy noche par regresar, así que pensé que si no podría quedarme aquí, entonces yo rechazaría el trabajo... ―respondió.
―Si ese es el problema entonces-
―Pero decidi quedarme. ―sonrió debil.
Y sin darse cuenta Minho desprendio un poco de su aroma, debido a una extraña felicidad que le había causado esa buena noticia.― Eso es increíble, los niños amaran saber eso. ―por no admitir que el tambien lo había hecho.
―Se los dire cuando vengan a dejarme un poco de mis cosas, ire pasando de a poco, no quiero tampoco adueñarme de la habitación que me han prestado.
―Trae lo que sea que te haga sentir comodo, Jisung. ―sonrió asintiendo.
―De acuerdo... Que le vaya bien en su trabajo, señor Lee. ―se inclino e iba a entrar hasta que Minho le llamo.
―Jisung... Cuando regrese del trabajo, ¿le importaria si hablamos unas cosas en mi estudio? Tenemos que revisar solo unos puntos importantes.
―Claro señor Lee. ―asintio con una leve sonrisa― Que tenga buen día, hasta pronto. ―y sin más, entro a la casa.
Minho se quedo mirando aun con una sonrisa, la puerta por donde Jisung había desaparecido.
Joshua carraspeo saliendo del auto y miro al Alfa.― ¿Todo bien señor Lee?
―Oh, sí. ―sonrió sintiendo una extraña calidez en su interior, peor por ahora no se iba a preocupar por ello.― Vamos, llegare tarde.
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