Jimin soltó una risita, a la cuál le siguió Jungkook; cualquiera que los viese, pensarían que solo estaban haciendo chistes los cuáles los mantenían sin poder ocultar esa sonrisa en el rostro de ambos.
De no ser porque estaban ejecutando aquel plan en el que llevaban meses trabajando para poder jugarle la "máxima broma jamás pensada" (como solía llamarla Jungkook) a Seokjin-hyung, pues este último se la pasaba haciéndole bromas a sus menores, algunas incluso llegaban a rayar lo desagradable y asqueroso y para ser honestos, estos ya estaban cansados de siempre ser la víctima de aquel chico al cual respetaban solo por el hecho de ser el mayor del grupo.
"¿Estás seguro que Jin-hyung viene en camino?" Preguntó el más bajo de aquel par de amigos mientras cubría su boca y terminaba de colocar los últimos detalles en aquellos brownies los cuáles estaban destinados para ser comidos por su mayor. "Creo que con eso debería ser suficiente" Terminó de colocar aquel polvo azul combinado con azúcar glass para disfrazarlo y que pudiese pasar desapercibido.
Esperen un momento, ¿polvo azul?
Oh sí, es justo lo que están pensando.
El sonido de la cerradura del departamento siendo manipulada los asustó, provocando que ambos chicos tomaran cualquier cosa que pudiera incriminarlos y se escondieran detrás de la pared que conectaba la cocina con el resto de las habitaciones. Estaban más que listos para ejecutar su broma maestra.
"Muy bien hyung...es tu turno de caer" Habló Jungkook en voz baja para que únicamente Jimin pudiese escucharlo, a lo cuál este último solo asintió aguantándose la risa.
Estuvieron mirando impacientes a que su hyung entrara a la cocina, pero eso no parecía querer ocurrir pronto. Soltando un suspiro resignado decidieron salir de su escondite pero algo los detuvo, unos pasos apresurados provocaron que volvieran a esconderse, tal vez por fin podrían llevar a cabo su broma, eso los hizo disipar todo el mal humor que comenzaba a formarse en ellos.
Asomaron su cabeza con cuidado de no ser vistos y ambos tuvieron que tapar la boca del contrario para evitar soltar un grito de terror al ver lo que estaba ocurriendo en la cocina.
"Genial, brownies, me moría de hambre" Un despreocupado y sonriente castaño que recién había ingresado al departamento, no pudo hacer caso omiso del delicioso aroma a chocolate y mantequilla que provenía de la cocina, seguramente alguien había cocinado algo delicioso.
Y no se equivocó, antes de que alguien pudiese reprenderlo por tomar aquel postre que no le pertenecía, tomó uno y lo comió de un solo bocado, soltando de último un pequeño jadeo ante el sabor tal dulce y delicioso, doble chocolate, justo como le gustaban.
"¡No hyung, no te comas eso!" Jungkook saltó horrorizado de detrás de la pared, cosa que sorprendió a Taehyung y casi provocó que se atragantara con el brownie, cosa que afortunadamente, no pasó.
"¿Jungkook...que demonios?" Miró a su menor arqueando una ceja confundido, levantó su mirada encontrándose un rubio bastante asustado el cuál se escondía detrás de Jungkook, ambos parecía como si hubiesen visto un fantasma. "¿Qué rayos pasa con ustedes dos?"
Sin dar una respuesta concisa ambos chicos tragaron saliva, Taehyung se veía bastante normal y nada afectado por el efecto de los brownies, aunque sabían que solo era cuestión de minutos para que todo eso cambiara y el solo pensar en eso hacía que las piernas de ambos temblaran, pero en especial, las de Jimin.
"¡Ah! Recordé que Namjoon-hyung quería verme en el estudio para mostrarme algo que ha estado escribiendo, sí, eso, me voy, ¡nos vemos más tarde, los quiero!" Dicho esto, salió corriendo empujando al más bajo de sus amigos en el proceso, provocando que este perdiese el equilibrio y de no ser por Taehyung, seguramente habría terminado en el suelo y con un buen golpe en alguna parte de su cuerpo.