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Entonces lo sentí
sentí sus labios contra los mios formando un tierno y dulce beso. No podia verme en un espejo pero sabia que estaba un poco ruborizada. Sentia su cara humeda por haber llorado pero no me importo en el momento
nos separamos del beso por la falta de aire, no sin antes dejar un pico en sus labios
me sonrió de manera timida y no pude evitar soltar una pequeña risa nerviosa, me sentía como una adolescente que estaba descubriendo el primer amor
ese que dicen que te marca con cosas buenas y te lastima con cosas malas, ese que según los adultos nunca ibas a olvidar porque es la primer persona a la que amas, ese que te hace sentir cosas raras en todo el cuerpo con tan solo unas palabras o una caricia
ambos nos miramos unos segundos, quizas pensando en lo que hicimos o en lo que estabamos por hacer, y volvimos a besarnos nuevamente, esta vez con menos timidez. Sus manos viajaron a mi cintura haciendo un poco de fuerza para que me siente en sus piernas, y así fue. Acaricié su cabello con una mano y la otra la dejé apoyada en su hombro
volvimos a separarnos y me sonrió, sentí tantas cosas en ese momento que quería llenarle la cara de besos
— te vas a quedar a comer? —la mano que estaba en su cabello pasó a su mejilla acariciandola con ternura
— si me invitas si. Qué vamos a comer? —cerró los ojos por las caricias
— qué querés comer? hoy soy tu cocinera —acarició mi cintura con su dedo pulgar
— mi cocinera y mi plato principal —agregó y reí— te parece si hacemos unos tacos? compramos las cosas y te ayudo a cocinar —abrió los ojos un poco
si habia algo que me gustaba de el ademas de su personalidad, eran sus ojos. Amaba ese verde que tenían y como me hacían sentir cuando me clavaba la mirada
— bueno, me parece perfecto. Busco mis cosas y vamos a comprar —besé su mejilla
iba a levantarme pero no me dejó, lo miré y aprovecho el momento para robarme un beso
— ahora si podes ir —me soltó
yo solo me reí mientras negaba con la cabeza yendo a mi habitación
me puse las zapatillas, agarré mi mochila, mi celular, una campera y volví con Rodri
— vamos a ir en tu auto? —pregunté
— si corazón —contesto grabando con el celu
— oki. Ya estoy yo, cuando quieras vamos —avisé y posé para la cámara antes que cortara
se levantó guardando su celular en el bolsillo y sacando las llaves de su auto
— vamos entonces —se dirigió a la puerta y lo seguí
