Hoy me he dado cuenta lo mucho que podemos idealizar a una persona cuando estamos enamorados, creemos que es la persona más perfecta del mundo, que nunca encontraremos a alguien mejor para nosotros, lo romantizamos tanto, tanto que duele. Duele el creer que nunca seremos correspondidos, como en mi caso. Pero ahora que he tenido la oportunidad de convivir un poco más con esa persona, por cuestiones de trabajo, me doy cuenta que no es tan perfecto como creía, que estoy enamorada sí, antes, ahora, pero mañana quién sabe. Es una buena persona, creo que no tiendo a enamorarme de malas personas. Sin embargo, mi crush en el que tanto pienso, me voy dando cuenta que cada día lo voy necesitando menos, porque sé que no importa qué tan perfecta trate de ser, qué tan guapa me ponga o qué tan amable trate de ser con él, cuando un amor no es correspondido, simplemente no es correspondido, hay que aceptarlo y dejar que las cosas fluyan. Y saber que todas las personas son libres, y que aún así casi nunca elegimos a quién amar. Porque el amor es simplemente algo que surge, desde lo más profundo de nosotros.
Hoy estoy tranquila al saber que no necesito a alguien que me ame, que me de amor, cuando todo eso lo puedo hacer yo, con las personas que verdaderamente importan en mi vida y que no les tengo que rogar un poco de su atención.
Hoy soy una persona totalmente imperfecta, que reconoce el valor de su amor.

ESTÁS LEYENDO
Café con leche.
ContoEn la portada, tengo a una de las personas que más amo, mi hermana menor Violetita. 💜