Capítulo 1. Nuevas Tierras

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—Odio este lugar.

—¿Cuando podremos tener una vida digna?

—Tenemos vidas dignas, ¡trabajamos!

—¿Cuál trabajo? ¡Todo ha parado!— gritó enfurecido apoyando con fuerzas su copa, notando en aquel hombre las mejillas rojas debido al alcohol.— ¡Y todo por culpa de la criatura maligna del río!

—Tsk... esa bestia... ¡Ha destruido todos los botes!— respondió otro igual de furioso y en el mismo estado de ebriedad que su amigo.— Y ha asesinado a nuestra gente...

—Y los cultivadores de la "Gran secta Wen" no nos ha escuchado.— gruñó como perro.

—¿Cuándo recibiremos ayuda?

—Odio a las malditas sectas, tsk...

—Oigan...— llamó la atención.— ¿Quién es esa dama?

Los tres hombres miraron confundidos al que había hablado y miraron en la dirección donde señalaba, encontrándose a unos solos metros en una mesa al lado del ventanal, a una preciosa mujer.

Era como una Inmortal.

Piel pálida pero mejillas con un tono suave carmín.

Cabellos negros, largos y lacios que se notaba que llegaba un poco más abajo de la cintura.

Postura recta.

Perfil suave pero con rasgos finos y elegantes.

Y desde su ubicación se podía apreciar labios carnosos pero pequeños, pintados de un rojo pasión.

—Que hermosura...

—Parece una diosa...

—No parece de aquí... ¿Será extranjera?

—Parece una dama de alta jerarquía, miren su vestimenta.

Los hombres observaron las túnicas de color rojo fuerte con detalles de flores blancas. Se notaba que la tela era cara y elegante que ni ellos podrían imaginar poder comprar.

—¿Vamos a acompañarla?— sonrió arrogante uno, donde los otros dos estaban de acuerdo, menos el que había señalado.

— No creo que sea bueno, se nota que es alguien importante.

—Tsk, lo dices porque tu tienes esposa.— se quejó el que propuso la idea, levantándose de su lugar siendo acompañado de los otros.— Déjanos a nosotros a esa belleza.

—No, esperen...— los quiso detener sin embargo los vio acercarse a la mujer.

La joven dama de cabellos negros miraba con aburrimiento las calles del pueblo, donde no había ningún alma. Le sorprendía y le gustaba ver la diferencia de cultura de sus tierras con este lugar.

Contemplando la Luna {MDZS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora