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— Sabes, debemos conseguirle una distracción al Nomu, está demasiado ruidoso y inquieto, me estresa. — Dijo All For One a Kurogiri. Este asentía a cada cosa que este decía.
— Yo podría conseguir a uno.— Ofreció a lo que All For One asintió complacido.
— Hazlo lo más rápido posible Kurogiri, confío en ti. — La neblina asintió y se fue del despacho del jefe,dispuesto a conseguir ese juguete que necesitaban para el Nomu. Aunque fuera por unas horas.
Salió a la calle con esa intención y empezó a merodear observando a todos los posibles candidatos. Hasta que vió a un pequeño niño de unos quince años tembloroso por un callejón oscuro. Con lágrimas y asustado.
Tuvo un poco de lástima por él, se veía golpeado y traumado. Se acercó a él por detrás y puso un paño con cloroformo en su boca y nariz, haciéndolo dormir.
— Lo siento. — Lamentó antes de sentir el peso del cuerpo inerte del adolescente.
[∗]
Regresaba a la guarida con el nuevo juguete del Nomu principal. Habían muchos más pero solo uno daba problemas.
Cuando estaba en el bar esperando que despertara el joven peliverde Tomura bajó extrañado de ver a un extraño en la barra del bar.
— ¿Que se celebra hoy que trajiste a esta hermosura? — Preguntó sosteniendo el mentón del inconsciente pecoso, Kurogiri lo apartó.
— No puede tocarlo Joven Tomura. Es el nuevo juguete del Nomu.— Informó y Tomura hizo un berrinche.
— ¿Van a desperdiciar a tal belleza con el estúpido Nomu? Que sea mi juguete. — Expresó.
— Si gusta puedo conseguir uno para usted. — Ofreció y el peliceleste frunció más el ceño.
— ¡No! ¡Yo lo quiero a él! — Apuntó al peliverde dormido.
— Lo lamento Joven Tomura, pero son órdenes de All For One. — Agarró al joven inconsciente y lo llevó a la habitación donde tenían encerrado al nomu.
El Nomu dirigió su atención al pequeño cuerpo que habían traído. Kurogiri se retiró y el Nomu se quedó sentado esperando que el pecoso se despertara.
— Agh, mi cabeza.. — Se quejó Izuku al despertar, vió que no estaba tirado en la calle, ni en su casa. Se asustó de inmediato. Pero lo que más le sorprendió fue ver a una criatura gigante viéndolo fijamente. — A-ah.. señor extraño.. ¿Sabes que hago aquí? — Preguntó a la bestia.
— No lo sé, ¿Como te llamas? — Rugió. Nadie lo entendía por más que hablara y solo salía el extraño ruido.
— Izuku Midoriya, señor extraño. — El Nomu abrió sus ojos con sorpresa, ¿Acaso el chico acababa de hablar con él?