necesidad

yo y mi lengua

Luego de cerrar la puerta Colín me bajo y empieza a empujarme haciéndome chocar contra la pared, los cuatro comienzan a acercarse, el miedo se apodera de mí haciéndome llorar.
-Miren cómo llora el bebé-dice Colín haciendo gestos de llorar
-Tan delgado que parece que se va a quebrar-
-Además de pobre-
Me es difícil ver, ya que mis ojos están cubiertos de lágrimas. De pronto se abre la puerta de golpe y es Cristian con un inspector
-Qué hacen todos encerrados en el baño-
-Nada, ¿No es cierto chicos?-responde Colín fulminándome con la mirada haciéndome sentir mucho miedo de lo que pudiera pasar después, así que solo asiento
- Más les vale-
- Nath, vamos-Cristian toma mi brazo para salir del baño, en eso suena la campana - Te voy a dejar- dice mientras caminamos hacia el salón - Aquí te dejo - grita corriendo a su sala y yo entro a la mía.
Voy directo a mi lugar sin mirar a nadie por vergüenza, me siento justo cuando entra el profesor, luego de unos 5 minutos entra a Colín.
-Tarde como siempre señor Colín-
-Lo sé, vi la hora- dice mientras camina a su lugar detrás de mí sin antes golpear mi silla con su pie
-¿Cual es tu problema?- pregunto molesto
- Ninguno
-¿Cómo que ninguno?, golpeaste mi silla ¿No te bastó con lo del recreo?- me está sacando de mis casillas
-No, además quisiste quitarme mi lugar-
-No fue mi intención, no todo gira alrededor de ti- me giro y pongo atención en clases
Siento como mi corazón va a mil por hora, nunca me había atrevido algo así, creo que fue demasiado ¿Por qué todos los profesores no le dicen nada? ¿Será un mafioso? ¿Me metí en problemas? Me pasé toda la hora de clases dándole vuelta a lo sucedido.
•suena la campana de salida•
Estoy a punto de salir cuando Colín me frena, todos salen menos nosotros
- Así que muy valiente¿No?-
-Déjame ir- intento pasar por un costado pero, me lo impide.
-¿Por qué debería hacerlo?-me golpean el estómago dejándome sin aire-Para que pienses antes de hablar estúpido-caigo al suelo mientras Colín se va, me levanto como puedo y voy a mi casa.
Llegando a casa oigo el caos desde afuera. Desde que era pequeño mi padre ha estado metido en el alcohol, ahora a veces luego del trabajo se pone a beber, lo que lo vuelve irritable y a veces violento. Ya es hora de entrar.
-Hola, ya llegué-
- Tuuú no ereess mi hijo- me acusa mi padre