Animals||°Kitty x Death one-shot° (+18)

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Santa Coloma podía ser un lugar tan solitario cuando no se tenía compañía…o en el caso de la ágil ladrona Kitty Patitas Suaves: después de haberse enterado de que tu prometido no llegó a la boda. Ella no era ninguna santa, ella tampoco se presentó al no sentirse preparada para dar la cara al verdadero amor de Gato pero ¿enterarse de que él no mostró ni minimo interes por ella y que solo huyo como cobarde?, eso le había roto el corazón en millones de pedazos.

Amo sin ser amada y ahora solo sentía dolor.

¿Tan poco le importaba ella al español como para no pisar pie en esa iglesia? ¿Qué tan poco le importó ir a buscarla después de lo que sucedió? No lo volvió a ver, él no fue por ella, solo se marchó y desapareció de su vida…la historia se había repetido.

La gente que la conocía y decía quererla siempre la lastimaba.

Ella no recordaba qué cosas había sucedido en su estadía en Santa Coloma, solo podía recordar lo triste, fría y dolida que se sintió encerrada en un cuarto llorando y lamentándose por ser tan tonta en amar a un Gato galán que solo la veía como un juego, estaba dispuesta a quedarse a pudrir ahí y pudo haber sido así…pero luego algo paso.

Un aterrador Lobo Blanco y encapuchado había ido a visitarla una noche de luna llena. Kitty sabía quién era él, reconoció a la perfección ese silbido que hacía cada que aparecía, lo había visto antes de perecer en sus anteriores vidas perdidas: se trataba de nadie más y nadie menos que La Muerte misma.

Por sorpresa suya, La Muerte no la perseguía para llevarse su vida, la tristeza no había sido suficiente para matarla aun y tampoco planeaba llenarla de pánico y miedo. Sino más bien, se había dado cuenta de todas las cosas tan crueles que ese mundo le habia hecho, habia presenciado como había sido traicionada, como su corazón había quedado roto, como ella se sentía devastada aun cuando ya no tenia mas lagrimas para llorar. La Muerte jamás había sentido lo que sentía por esa gata bicolor mortal. Sin duda alguna la de ojos zafiro era especial, con su simple existencia, su simple forma de hablar, de ser y vivir había logrado cautivar al Shinigami, a sus ojos ella no se merecía nada de lo que aquellos idiotas le habían hecho y estaba convencido de que aun siendo él la muerte misma, podía hacer las cosas que ellos jamás hicieron, sería un caballero. Lo había vuelto loco por ella, obsesionado con su persona, le había generado una necesidad de estar ahí para ella, de vigilar cada cosa que hacía y admirarla…era un fanatico suyo, la deseaba solo para él, quería que ella fuese únicamente suya y que nadie le pusiera ni un solo dedo encima.

Hubo hasta un punto donde se dio cuenta de que la nesecitaba mucho y no solo emocionalmente,queria sus caricias, sus besos, su sexo. Demonios, se conformaba incluso con tan solo tomarla de la mano.

Quería comerla, sentirla, explorar, destruirla y escucharla ronronear para él, quería estar sobre ella, sentir cómo se drogaba cuando se desliza dentro de ella. Claro que la amaba,quería hacer estallar su corazón. Quería ser todo lo que nadie podría ser por ella, un buen novio y un buen amor, estaba dispuesto a hacer lo que fuera por estar con Kitty.

Kitty por primera vez en mucho tiempo, se sintió amada verdaderamente, se sentía feliz de tener a alguien que en vez de huir estuviera ahí para ayudarla a levantarse, de compartir un sentimiento y de poder confiar en alguien que ella sabía que no le haría daño, si no la llenaría de amor ,ese amor había cobrado su precio en ella.

ella no quería su amistad ni su venganza, ellos podían tener un mal romance.

El sentimiento se volvió mutuo y el deseo aumentó.

La  Muerte la acompañó durante muchas noches, dándole compañía y soporte emocional, limpiando cuidadosamente sus lágrimas con sus garras, dando todo lo que podía para ganarse su corazón y pintarle una sonrisa en sus labios y en efecto fue asi…Kitty poco a poco se sucumbio ante él, correspondiendole a sus muestras de amor y afecto, acabando todo en apasionadas sesiones de besos y ronroneos.