Clotilde es el ejemplo de una mujer luchadora. A sus 33 años, ha sabido cómo salir adelante sin el apoyo de un marido o de su familia. Ella era una joven brillante en la escuela y en la universidad. Ojo, no era la mejor, pero sí era una chica con un buen futuro. Todo cambio cuando conoció a Robert. Él era un compañero de clases en el colegio. Nunca estudiaba ni hacía tareas. Sin embargo, al ser el chico más hermoso de su escuela, todas las chicas deseaban ser su pareja. Robert, sin embargo, eligió a Clotilde, quien no era la más hermosa, pero sí la más útil. Gracias a ella, logró terminar el colegio sin problemas, puesto que todas sus tareas Clotilde las hacía y en los exámenes, ella le pasaba las respuestas. Terminado el colegio, Clotilde ingresó a la universidad a estudiar arquitectura. Robert, por su parte, se puso a trabajar para su papá en su taller de motos. Clotilde se mantuvo con él simplemente porque, para ella, era preferible estar con él antes que sola, puesto que en la universidad no quería hacer parejas. Todo cambio cuando Clotilde salió embarazada.
¿Cómo que te embarazaste? - dijo Robert - ¿con quién mierda me has sido infiel zorra?
NO ME HABLES ASÍ - le gritó Clotilde - tú sabes más que nadie que eres el único chico al que me entregue
Eso dices tú - dijo Robert - quien sabe con cual de tus compañeros te habrá embarazado. Yo no soy padre de nadie ni nunca lo seré. Adiós, zorra
Dolida por la pérdida de su novio y por el trato recibido, Clotilde fue a busca abrigo en sus padres, pero ellos no le dijeron nada diferente en el fondo.
TE DAS CUENTA DE CUANTO HEMOS GASTADO EN TUS ESTUDIOS - grito el padre de Clotilde - trabajé durante 3 años 10 horas al día durante 5 días a la semana
Perdón papi - dijo Clotilde mientras lloraba - no pensé las cosas en el momento, me dejé llevar por Robert
Típica chiquilla - dijo su madrastra - se le mojó el calzón al ver al primer hombre que se le cruzó por el camino
No me hables así - dijo Clotilde - tú no eres mi madre
A mi mujer no le respondes - dijo Clotilde - agarra tus cosas y largo de mi casa, no voy a mantenerte ni a ti ni al bastardo
Pero papá - dijo Clotilde - no me puedes lanzar a la calle así nomás
Yo mando aquí - dijo su padre - largo de mi casa, zorra
Clotilde dejó su hogar y fue a casa de su madrina, Agatha. Ella aceptó recibirla. Sin embargo, solo ofreció ayudarla con su embarazado. Sus estudios no se los iba a pagar.
Si fuiste lo bastante mayor para empezar a acostarte con hombres, entonces lo eres para formar tu propia familia - dijo Agatha
Sin embargo, Clotilde no se quedó sentada mientras empezaba a crecerle la panza. Buscó un trabajo de practicante en una construcción, donde empezó a hacer contactos en el mundo de la arquitectura. Ella logró continuar sus estudios pagando su carrera por medio de un trabajo a medio tiempo. 9 meses después de irse de su hogar, dio a luz a dos mellizas. A la que salió primero, la llamó María, en honor a su abuela. La segunda fue nombrada Elena, en honor a su madre. Cuando sus mellizas cumplieron 3 años, Clotilde dejó junto a sus hijas la casa de Agatha. Pasó a vivir en un pequeño departamento alquilado. Ella, a pesar de que trabaja mucho, nunca dejó de lado a sus pequeñas. Los fines de semana salía con ellas a caminar o a un pequeño show, como circo o juegos infantiles. Se juró así misma nunca dejarlas solas, ayudarlas en todo y, sobre todo, entender y apoyar cualquier decisión que ellas tomen en el futuro.
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Mellizas en pañales
RandomMaría y Elena son hermanas mellizas de 12 que comparten un mismo problema: AMBAS MOJAN LA CAMA.